Sí me cansaré de repetir esto pero no hoy.
Tras el enésimo -y tercero sonoro tras Inter 2010 y Chelsea 2012- encontronazo con defensas que se cierran y somos incapaces de tal, y tras re-abrirse el recurrente debate sobre si hace falta un plan B (contrapuesto al A basado en el jogo bonito/passing game/doctrina cruyiffista-guardiolista) PROCLAMO QUE:
1-El plan A hace años que se abandonó. El plan A era el estilo del FCB del primer año de Guardiola con Eto'o de 9.
2-Lo que hacemos ahora, si bien guarda un distante parecido con el plan A, NO LO ES.
3-El plan A se basaba en:
A-Velocidad de circulación de balón elevada o muy elevada.
B-Movilidad de los jugadores ofreciéndose siempre a la corta o la larga en un mix apropiado.
C-Juego en profundidad, no tanto al pie
F-Juego por fuera para desbordar y terminar entrando de cara.
4-As per the above, la única a la que permanecemos más o menos fieles es la B. Lo demás se perdió todo.
Por lo cual, IMPLORO QUE:
1-Se abandone el absurdo debate sobre si necesitamos un plan B. Estamos ejecutando un plan X de dudosa fiabilidad. Si regresamos al A no hará falta B, pero si seguimos con un plan X, necesitaremos plan Y.
2-El despliegue rápido, sin que todo el mundo tenga que pisarla tres veces, no sea asociado con el fútbol ramplón.
Y para terminar, SUBRAYO QUE:
1-Lo de ayer de jogo bonito no tiene nada. Ocho tios pasándose la bola sin mirar barraca ni tener ninguna intención de pegar al rival no es bonito. No lo es en el boxeo cuando un púgil lleva 9 puntos de ventaja en el 11 ni lo es aquí. Los estibadores analfabetos de Glasgow debían estar incrédulos ayer en sus sofas mientras ese cómico espectáculo se desarrollaba en sus televisores.
2-Anticipo un incremental nivel de sustos, épicas remontadas y amargas cagadas si no empezamos a jugar:
A-Por fuera de verdad, encarando y desbordando
B-Un poco rapidito, hijos míos, un poco más, de verdad.
Y poco más que añadir. sigan con los debates indepes.
miércoles, 24 de octubre de 2012
jueves, 18 de octubre de 2012
Stranger in a strange lamb (The continuing episode to 'The loneliness of the long distance foca')
Salí un segundo día, lo que en sí mismo es ya un hiro hito. En la
vida, la segunda intentona es SIEMPRE más jodida que la primera. Vean las
bandas musicales por ejemplo: el segundo disco suele ser nítidamente el peor, y
en general tras la explosividad del primer envite, el artista (*) anda siempre
confuso y errático en su segundo esfuerzo. Las cosas se estabilizan en el
tercero donde la tendencia, ya estructural, queda marcada de manera perenne. A
veces me adorno tanto que ya no sé qué hostias decía…
Salí, dispuesto a discurrir más tiempo, más lejos, más rápido y más
entero (citius, altius, fortius). Logré las tres primeras que no la última.
Descojonado y sudando secreciones muco-purulentas por todos los poros en un
banco al terminar, un matrimonio que paseaba me preguntó “¿Estás mareado?”.
Al menos me tutearon, que no es poco habida cuenta de mi avanzada
edad. Mentí que “no”.
Corro por un paseo que ni es marítimo ni deja de serlo. Factualmente
es terrestre pero alguien lo etiquetó de manera confusa y absurda cómo
‘marítimo’.
Huelga comentar que me adelantan TODOS. Strictu-sensu, todos. No
obstante, en un lance, vi un tío a unos 50m que me pareció que iba más lento.
Fue un efecto óptico pero, aun así, abrió la caja de Pantoja de mi imaginación:
“¿Cómo reaccionaré si un día adelanto a un tío?”. Por impensable que parezca
dados mis 7’30” por Km, no hay que descartar nada. Podría pasar. Y si ocurre, ¿qué
debe hacerse?
Saludar es una posibilidad, un lacónico ‘adéu’, pero queda prepotente.
Empezar a saltar y levantar los brazos a la Rocky se me antoja ofensivo, y
echar el pecho p’alante así en plan photo-finish podría originar un doloroso
tropiezo si mongoleo con mi centro de gravedad. Si algún día ocurre, supongo
que actuaré con normalidad, como los grandes campeones del calado de Addis
Abeba u otros.
Pero, y he aquí mi gran temor, ¿debo esperar una vendetta por parte
del adelantado? Nada sería más doloroso que entrar en una espiral de violencia
que nadie desea. En coche estoy harto de ver imbéciles adormilados que una vez
adelantados se vienen arriba y empieza un concierto de largas y amagos de
clavadas de frenos estresante. ¿Ocurre lo mismo en el gili-atletismo?
Estoy seguro que caso de adelantar a un tío, oiría sus pasos muy
cerca, mucho, y nunca parecerían alejarse. ‘Tap-tap-tap-tap-tap-tap’ justo
detrás y yo, con el reojo, intentaría calibrar la distancia que nos separa. Y
el tío que sigue ahí, pegado el hijoputa, tap-tap-tap-tap, casi puedo oler su
fétido sudor…
Y si pasara por delante de alguna cristalera intentaría medir su
distancia en el reflejo, si casi me pisa o si me sigue a unos prudentes tres
metros, mientras oigo su respiración pausada, poderosa, el rugir del búfalo
antes de la embestida…. pero no puedo ni debo darme la vuelta, pues me
desequilibraría un poco y el psicópata me adelantaría sin problemas…
Y supongo que aterrorizado ya ante la persecución infernal a la que
estoy siendo sometido, pararía acojonado no rehuyendo ya más el cara-a-cara, para
de repente no oír nada, darme la vuelta y ver que no hay ni Dios. Seguro que
hace 10 minutos que ese buen hombre está en casa duchándose y yo aquí oyendo
sus pasos… acojonado…intimidado.., metido en una espiral psicótica sin ton ni
son…
Cuando ocurra, cuando deje de ser el PEOR corredor del mundo y adelante
a alguien, estoy seguro de que oiré sus pasos incluso metido en cama a la media
noche. La mente humana es cómo una caja de bombones-bomba…
(*) Ojo
al vocablo usado para referirme a un puto cavazanjas en calzoncillos corriendo
torpemente.
miércoles, 17 de octubre de 2012
The loneliness of the long distance foca
Primero
eran viejos sin amigos corriendo solos por la mañana (por prescripción médica),
luego fue ‘footing’ (algunos jóvenes neoyorquinos hacían lo mismo que los
viejos), luego ‘jogging’ (los vendedores de pulsómetros necesitaban algo más
ambicioso para hacer ver que esta senil actividad era un deporte) y ahora se
trata del ‘running’.
No he
estado en ninguna carrera ni tengo ninguna experiencia pero sí tengo multitud
de amigos y conocidos que practican este ‘deporte’ y me adoctrinan accordingly:
periodicidad de los entrenos (“nunca dos días seguidos pero nunca más de dos
sin salir” -o sea cada dos), calzado (“es vital!!! Que sean de gel, no de aire!”
–big fucking deal), las ventajas de la tierra sobre el asfalto (“te cruje las
rodillas más allá del Km 20” –big fucking deal) o las tiritas en los pezones
(not again!). Salgo a la calle bien leído, sí, vive Neruda.
Históricamente
he tendido a asociar esta opaca actividad a tíos en sus treinta-y-tantos que se
dan cuenta de que están hechos una mierda, y cómo no saben jugar a nada ni
tienen el tiempo ni la logística, salen a correr para hacerse creer que así no
infartarán y rebajarán el colesterol. Al menos creo que esta es la vía de
entrada de un mayoritario porcentaje de los ‘runners’. Hay otra cuota de
practicantes más vocacional y deportiva, la de los tíos jóvenes o competentes (que
bajan de 3h en una maratón) que hacen series y mierdas para correr rápido de
verdad.
Empecé
con esto por pura debilidad mental. Que estoy jodido lo sé, me consta y puedo
vivir con ello, pero primero un frente de amigos, luego otro, y luego una
tercera vía que jamás hubiera podido imaginar me acorralaron. Hoy en día hasta
un Controller sale a hacer ‘running’, y todo el mundo se siente tan bien, hace
cursas populares, folla más y todas le ponen. Lo que me tentó más fue la
posibilidad de escapar de mi hastiante vida familiar durante una horita al día
sin tener que ir de putas o a un bar a jugar al mus. Así pues me calcé la
nandrolona y los pantaloncitos y me armé de chocolate Valor.
Cómo
hace unos 25 años que no corro seguido más de 12 segundos, el primer día salí
acojonado. Me puse incluso una gorra y gafas de sol para que los vecinos, caso
de verme, no pudieran reconocerme y por tanto asociarme al gordo sudoroso
congestionado con tempo paquidérmico que revoloteaba por el vecindario. Me puse
auriculares con heavy metal a tope, y salí a ver si aguantaba 5 o a lo sumo 10
minutos. Ahí descubrí las bondades psicológicas de la burbuja de introspección
que proporciona el ‘running’.
Imbuido
en mis pensamientos sobre los detalles de una potencial invasión
extraterrestre, dábalo yo todo en cada paso. 5 minutos, 10, y yo erre que erre,
con paso firme y decidido. Luego me adelantó un matrimonio cargado con bolsas
del Caprabo y abandoné mis oníricos pensamientos para intentar aguantar rueda.
Hice la goma unos cien metros y les perdí. Regresé a mis pensamientos “espero
que los extraterrestres quemen vivos a todos los anormales, que absuelvan a la
gente normal (catalanes todos) y que me otorguen el rango de Sumo Pontífice”.
Aguanté
mis 25m y completé la friolera de 3.31 Kms. Llegué a casa justísimo, me paré y
me mareé. No estiro antes de empezar, menos al final. Me descalcé, encendí un
pitillo y me abrí una Estrella Damned, estiré las piernas y me pregunté cuando
volveré a Hawaii, ai…
martes, 16 de octubre de 2012
Oda al Teletac
Dejando de lado la prostitución, las amantes, el Canal + Liga y el
Pizza Hut, pocas cosas han contribuido de manera tan eficiente al sostenimiento
del matrimonio como elemento pivotal de las culturas monogámicas como el
Teletac.
El Teletac, más allá de las ventajas obvias (que no son menores), es
un eficaz evitador de discusiones tal que esta:
Conforme el gallardo automovilista se aproxima a la máquina para
insertar la VISA y la mujer sigue mirando por la ventana como lo haría un perro
faldero, de manera absolutamente impermeable a la realidad:
AUTOMOBILISTA: -¿Qué?
MUJER: -Qué de qué?
-¿Meto la minga por la ranura?
-Dios Santo, Antonio, no hace falta ser tan desagradable; ya me dirás
tú si a alguien le viene de medio minuto, que eres un estresado!
-No, pues nada, disculpas por haberte interrumpido; entiendo que tu
carga de trabajo rascándote el chocho te imposibilita darme la puta VISA cuando
toca.
-Toma la VISA, joder, tómala, cabronazo!
-El próximo día conduces tú y yo siesteo, a ver qué te parece. Mira,
tres tios ya detrás de mí esperando, tres joder!
-A la mierda tarao, que eres un tarao.
La mujer comete dos errores de flagrancia no desdeñable:
->Uno: ser incapaz de compartir la carga operacional del viaje. Si
el tío se descuerna cambiando marchas y poniendo intermitentes, no es mucho
pedir que la señora tenga la VISA a mano, por solidaridad ni que sea.
->Y dos: unilateralmente dictaminar que los otros automovilistas
impactados por su estulticia no tienen prisa alguna, craso error fundamental.
Lo dicho, que las bondades del Teletac con creces exceden lo obvio.
Gracias a Johannes Mauritius Teletac una vez más por su brillante invento.
lunes, 8 de octubre de 2012
Existe un vacío letal...
Aunque en contradicción con la aritmética, 8 está mucho más cerca de
11 que de 5.
5 no son casi nada mientras que 8 son bastantes, cómo 11. Desde esta
perspectiva, y habida cuenta de las circunstancias concurrentes anoche, doy el
resultado por tolerable.
Lo que hoy diré será tan importante como breve: tenemos un vacío en la
demarcación de 9 que hay que resolver. Efectivamente, entre que los extremos se
abren y Messi baja a Torrelodones a recibir, en los últimos 30 metros no
tenemos a nadie para rematar. Hay un vacío letal que gripa muchísimos de
nuestros ataques. Esto inutiliza las subidas de los laterales que llegan al
fondo para centrar, levantan la cabeza y oh, sorpresa: NI EL TATO. El tío más
cercano está fuera del área –parado además esperando recibir por fuera. Mal. Si
los laterales arriesgan para llegar a zona de centro, tiene que haber algún
manso a rematar.
Esto, que para algún fundamentalista tendrá visos de anti-tiki-takismo
e innoble cuestionamiento del ‘estilo irrenunciable’, no debe ser la manera en
que juguemos ‘per se’ pero sí un elemento más de la carta operativa del equipo.
Otro gallo hubiera cantado si el Chelsea hubiera tenido que tapar las bandas o
si hubiera tenido que estirar/disolver su defensa para tapar más zona que su
propia área pequeña. Llegar al fondo para clavar frenos y darla atrás para
repetir por enésima vez la jugadita ‘impossible slalom’ no tiene puto sentido.
O empezamos a tocar registros (pronto habré olvidado el último gol de
contraataque btw) con soltura o con el inmovilismo monolítico abrazados al
juego de toque al trote cochinero nos va a ir muy justo. Mucho.
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