El otro
día fui a un concierto. Voy dos o tres veces al año, siempre heavy metal.
Se
trataba de Def Leppard, Whitesnake y Europe. Los dos primeros fueron bastante
notables en su momento (de mid 80s hasta Nirvana) y a Europe ya les conocéis.
Produje un hábil jeroglífico para diagramizar
su canción estrella (mixto English y Catalán)
Ya en
los convulsos late 80s, los mejores años de mi vida, existió cierto estigma
alrededor de Europe. Como su aspecto –y alguna de su música- era cercana al
hard rock y algunos temas tenían toques de relativa dureza, algunos (muchos) de
los mariconazos de Spandau Ballet y Pet Shop Boys de la época viraron, si bien
efímeramente, hacia el ‘heavy’ de la mano de Europe con temas como el del
jeroglífico, ‘Rock the night’ y ‘Carrie’.
Estos
hits del momento arrastraron a la basura del tecno-pop hacía el remoto
vecindario del metal, a lo que los pura sangre macro-póllicos del hard-core
heavy metal respondimos con una hostilidad injusta hacia Europe. Para nosotros
ejemplificaban el heavy-pastel y nos irritaba especialmente ver a pijillos del
Thau con chupas de cuero de 50,000 pelas headbangear con Europe sin sonrojo
alguno. Ellos no sólo follaban y tenían coches de primera mano sino que además
nos robaban la música.
Europe fueron
subsiguientemente considerados el anti-cristo por la comunidad metálica. A mí
mismo me gustaba muchísimo ‘Rock the night’ y bastante la del jeroglífico pero
siempre lo oculté. Creo que lo mismo hicieron mis amigos. Eran buenos temas.
El otro
día se juntó la masa metálica de toda la vida (esencialmente viejos y feos
gordos vestidos anacrónicamente) con los veinte o treinta pijos del Thau, ahora
a sus cuarenta-y-pico tacos confortablemente instalados en su despacho de
abogacía (creado por el papi años ha) compartiendo envite. Esos, los pijos,
anduvieron como puta por rastrojo, pues cantaban como almejas. Hicieron los
pobres un esfuerzo titánico en vestir heavy pero sus chupas tejanas
(impensables ya incluso para un heavy de verdad), sus cortes de pelo y uñas,
sus zapatos y sus patillas perfectamente definidas les traicionaban.
Más aún
les traicionó empezar a hacer las locazas con la canción del jeroglífico,
saltando y headbangeando torpemente para desespero y desazón de la masa hetero
que supe presidir con firme mano. Cuando terminó Europe se disolvieron entre la
multitud y especulo que caminaron por separado a sus respectivos Z4 para
despojarse de sus harapos.
Ver a
todos esos ancianos enloqueciendo con Europe resultó francamente revelador y
algo que nadie en su sano juicio hubiera osado hacer en 1987. El otro día nos
los miramos con penita, justo antes de arrancar nuestro headbanging hetero y
certero con ‘Wild boys’ de Whitesnake. Cosas.
Como
denuncia que procede, señalar que hay un amplísimo porcentaje del personal que
atiende a los conciertos que parece desconocer la existencia de Youtube, Google
Images o cualquier cliente de Torrent y se dedican a grabar y echar fotos sin
parar. Incluso el otro día había un infranormal con una Tablet. Si a los pequeños
ya nos cuesta horrores establecer línea de visión con los músicos, sólo nos
falta tener que ir sorteando la maraña de putos móviles que se cruzan en
nuestra trayectoria visual.
Se
trata por otra parte de vídeos que se ven fatal, no suena nada legible debido a
la hipersaturación inherente al barullo en micrófonos tan modestos, y carecen
de sentido porqué sí.
Os
agradecería que os murierais, gracias.