En estricta adhesión al pragmato-creacionismo,
el año ha sido bueno.
Casi todos tenemos un aceptable nivel
de salud, mayormente retenemos nuestros empleos, y a pesar de los pesares, de
las contracturas, de los gripazos, de los achaques, de los esguinces, y de los
visos de obesidad mórbida, cabe dar el año fiscal y calendárico por bueno.
En el solar estrictamente personal, mi
mujer sigue soportándome relativamente (gracias probablemente a no hablarme o a
mi turgente liquidez) y mi hija crece cómo una Diosa. No hay mejor tarjeta de presentación
para tener un segundo hijo que mi primero, a pesar de lo cual que les den por
saco a los niños. Enough is enough que decía Sinatra.
Centrémonos en lo importante: a pesar
de dos baches realmente severos y algunas fases de muy profundo
serra-ferrerismo, el año me ha consolidado alrededor del 10 sobre par, que es
el punto de apoyo sobre el que atacar objetivos más altos. Estamos tocando más
greens, ganando consistencia en el swing, y cómo se observa en el siguiente
infográfico, vamos intentando dejar atrás los lagos. También valorar
positivamente que este año sólo me he cargado dos palos golpeándolos
violentamente contra algo a resultas de mis cabreos, uno menos que el año
pasado y dos menos que en 2012.
En lo deportivo, cómo en lo político:
en manos de chusma, sin salida plausible, y sin unidad para derrocar el
establishment, sea en Moncloa, Zarzuela, Plaça Sant Jaume o Palco del Camp Nou.
Si no nos ponemos de acuerdo y violentos no vamos a solucionar nada.
Pues nada: a seguir cómo siempre, que
mejorar, esto no va a mejorar.
Sobre todo salud, hamichs.
Cordial tapa del delco,
GF