Mi
transición ha sido un viaje sencillo.
Todo comenzó
con Eloisa. Gracias a Eloisa. A Eloisa siempre le ha preocupado la nutrición,
especialmente desde que tuvimos a Anoushka y a Riley. Qué era bueno para la
familia, qué era malo, qué necesitábamos más o menos. Que si superfoods, que si
dejemos de cocinar con aceite de oliva y lo hagamos con aceite de coco. Que si
deja de comer pasta blanca para comer pasta integral porque la manera en la que
la digieres no sé qué pollas hace (veréis que hablaré poco o nada de la
ciencia. No soy científico ni la persona adecuada para responder sobre estos
temas).
Después, el
fútbol. Siempre el fútbol. Mi pánico a retirarme o a no rendir en mis últimos
años. Mi miedo a que los chicos jóvenes, que van en moto los cabrones, me pasen
por encima. Mi rabia al no dar la talla los lunes después de partido por
necesitar más tiempo de recuperación. Buscar perder los 4 o 5 kilos que tengo
de más comparado a mi peso de hace 10 años. Que si dejo el pan al mediodía (uno
de mis vicios más grandes), que si ahora sólo medio bocadillo por la mañana,
que si por la noche ceno solamente una tostada con aguacate y queso. Sobre
todo, más sano. Lo que todos consideramos más sano. Mucha más verdura, menos
carne roja (que siempre me costaba digerir), desayunar fuerte el día de
partido, beber bebidas con menos azúcares añadidos, menos salsas, más
ensaladas. Joder, más sano. Y joder, perdí los kilos. Y ostias, me encontraba bien.
Y te lo dicen y te creces. Y te haces unas flexiones y abdominales al acabar el
entreno porque tienes más energía, estás de mejor humor. Más fuerte.
Fui dejando
cosas inconscientemente. Íbamos a una pizzería y en lugar de una pizza elegía
sepia a la plancha con ensalada. O ya no comía el espectacular frito mallorquín
del bar del campo de fútbol que nos sirven los viernes después del entreno en
nuestra “ronda” semanal. Por mantener mi peso y mis buenas sensaciones. Pero
joder que me encontraba de bien.
Eloisa me
pidió un libro para un viaje que tenía que hacer. Cada vez nos interesaba más
el tema así que me lo pidió sobre nutrición. Recordé una entrevista a no sé qué
médico en alguna contra de no sé qué periódico que hablaba sobre los “12
alimentos imprescindibles para no morir prematuramente”. Lo típico pues. Vamos
a google, escribimos “12 alimentos imprescindibles morir prematuramente medico
contra”, nos lleva aquí, piensas “anda mira otra contra en La
Vanguardia de un flipadillo (me recuerda a esto. Fucking hilarious), vamos a Amazon a ver
las reseñas del libro “COMER PARA NO MORIR”, te dices “joder pues tiene 5
estrellas de 1400 reseñas”, te animas “pues los comentarios parecen serios y el
libro más”, pues vamos a probar.
Creo que
recordaré siempre éste momento que considero el más importante de mi vida. Más importante incluso que el nacimiento de
mis hijas por una razón muy sencilla. Y es que ha resultado en un cambio de
vida de la gente más importante que me rodea. Especialmente de Anoushka y
Riley. Estoy convencido de que su vida será una vida mejor, más sana, más
longeva y más feliz, si Messi quiere.
Que sí, que
ya sé lo que pensáis. Que otro libro más de otra dieta más. Que iluminados hay
en todos lados. Y que sí, que todos los que han (venga, hemos) caído en una de
estas (esta dieta, esta táctica para enriquecerse o este plan de entrenamiento
de que en 15 días estás tan bueno o buena que follas lo que quieres) piensan
(pensamos) que no, que esta es la buena. Lo siento, no tengo respuesta para
ello. Es inevitable que algunos dejéis de leer aquí. Os diría que leáis el
libro, que el autor os generará credibilidad, que la mitad de las 700 páginas
son referencias y reseñas a estudios científicos publicados. Pero la mayoría
seguiréis sin hacerlo. Y no lo puedo criticar porque yo he hecho, hubiese hecho
y seguramente haría lo mismo. Si esta serie consigue convencer a uno sólo me
daré por satisfecho.
“NO CREC QUE
CANVIÏ RES PERÒ HO LLEGIRÉ”
Mi padre es
mi ídolo. Él no lo cree y os explicaré por qué. Discutimos a menudo pese a
nuestra gran relación. La razón por la que discutimos a menudo es por una
característica de su carácter (y el mío) que muchos han definido como un
defecto que yo, pese a todas esas discusiones, considero una de sus más
admirables virtudes. Mi padre es de convicciones fuertes y “pelea” por defenderlas
hasta la saciedad. Es capaz de venderle un puto congelador a un esquimal. No me
sorprende que lo haga ya que casi siempre tiene razón. “El papa” es un ser
extremadamente inteligente pero cabezón de cojones. Cuando yo, ilusionado, le
conté lo que había aprendido tras la lectura del libro tuve una respuesta
esperada. No se cerró en banda, pero me vino a decir que él disfrutaba
demasiado comiendo como para intentar alargar unos años su vida. Que sí, que a
lo mejor la proteína animal le subía el colesterol, la tensión o las
posibilidades de tener o desarrollar cáncer, pero que no. Podría intentar comer
algo mejor pero que no le marease, vino a decir. Le supliqué que lo leyese. Le
obligué. Y lo hizo. Mi padre, mi ídolo de fuertes convicciones, está totalmente
dispuesto a intentarlo. Ya ha comenzado a hacer una prueba durante un mes para
ver cómo se encuentra y realizarse unos análisis al finalizar. Mi apuesta es
que cambiará radicalmente su dieta de aquí hasta el final sin dejar de comer de
tanto en tanto algunos de esos platos que tanto le gustan. Lo firmo ahora
mismo.
“AMIC EM
PRODUEIX MÉS PLAER EL FORMATGE O EMBUTITS QUE VIURE 0.87 ANY MÉS”
Son palabras
textuales de un amigo al que quiero muchísimo con el que más pesado me he
puesto con el tema. No hay manera de que lea el libro, que ya le he pasado, ni
siquiera se mire un documental. Y las comprendo. Mi lucha, que estoy perdiendo,
es por hacerle entender de que no va por ahí el tema. Dice uno de los autores
de los libros que estoy leyendo que el objetivo no es alargar por alargar la
vida, sino tener una de alta calidad tanto física como mentalmente hasta el
final. El objetivo es no morir de una de esas enfermedades crónicas,
degenerativas y terribles como el Alzheimer o el cáncer. Tener una dieta basada
en plantas, frutas y productos integrales puede en un altísimo porcentaje
prevenir, ralentizar, curar e incluso revertir muchas de estas enfermedades.
Incluso el cáncer (tema delicado y del que haré un apartado al final del
artículo).
Sin embargo,
la enfermedad que más seres humanos mata del mundo desarrollado son las
enfermedades cardiovasculares. El puto ataque al corazón. Nadie (Casi nadie).
Digo, afirmo y me reafirmo en que (casi) nadie debería morir prematuramente de
un ataque al corazón. Ni con 40, ni con 60 ni con 80 años. Todos los corazones
se pararán en algún momento, pero ninguno debería pararse antes de tiempo. El
corazón se para si no le llega sangre y esas arterias se bloquean por el
colesterol malo. O si estas arterias, debido a estos bloqueos, revientan. Las enfermedades cardiovasculares se pueden
prevenir en altísimos porcentajes si no comemos productos que eleven el mal
colesterol. Es decir, grasas saturadas, grasas trans y el mismo
colesterol que hay en la carne, comida procesada y productos lácteos,
especialmente huevos. También sube el colesterol si comemos pocos
alimentos con altos porcentajes de fibra. Y la fibra está en las frutas,
verduras y productos integrales. No voy a entrar explicaciones científicas. Las
he entendido, pero no las sabría explicar ni tengo suficientes conocimientos.
Lo del colesterol lo sabemos todos. Lo que no conocemos es la importancia real
de la dieta respecto a la enfermedad más mortal en el llamado primer mundo. Si
nos dieran una píldora que garantizase casi al 100% que ni vosotros ni vuestros
seres queridos sufrieran nunca un ataque al corazón sin ningún efecto
secundario sería la medicina más vendida de la historia. Yo vendería mi casa
por comprar esta píldora. Pues eso puede conseguir una dieta equilibrada. ¿Cómo
no lo sabe mi médico entonces? Como el de mi padre, por ejemplo, que le ha
recetado una píldora para bajar el colesterol. Investigar y conocer las razones
económicas, por desconocimiento o simplemente por ser una sociedad a la que
desde hace demasiado tiempo le han inculcado los beneficios de la carne,
lácteos y de la mayoría de productos procesados, es vuestro trabajo. Un trabajo
que yo he hecho (sigo haciendo) sin mucha dificultad. Ha bastado leer sobre el
tema, ver varios documentales y tener Google a mi alcance. Spoiler alert, como
casi todo en éste mundo, la pasta. La puta pasta.
“CUANDO
QUIERAS TE ENCUENTRO UN DOCUMENTAL QUE TE DEMUESTRE LO CONTRARIO”
No lo sé.
Igual sí o igual no. En cualquier ámbito de la vida cuando nos encontramos con
diferentes opiniones nos tenemos que basar en nuestro sentido común. Analizamos
las pruebas que tenemos a nuestro alcance y nos decidimos por creer en una cosa
u otra. Podéis tener confianza en una cosa, no os estoy pidiendo que creáis en
dietas milagrosas de gurús de la nutrición. Los dos libros que os recomendaré
no son escritos por cualquiera. Son médicos altamente reputados, uno de ellos
realizó el estudio nutricional más grande y completo de la historia.
Esto no es opinión. Ambos libros tienen centenares de referencias a centenares
de estudios publicados. Así que por lo menos tened en cuenta que no os estoy
refiriendo a un estudio (de cualquiera de ambos bandos) que podría ser
financiado por corporaciones, lobbies o gobiernos. Os estoy refiriendo a
centenares.
“YO YA COMO
BIEN. CARNE MUY POCA Y ME GUSTA MUCHO LA VERDURA”
Seguramente
coméis más carne, huevos, pollo o lácteos de lo que pensáis. Si vuestros platos
no están llenos de verdura, seguramente coméis demasiado poca. En el Estudio de China ya se demostró que el
consumo de carne y productos lácteos está directamente relacionado con más cáncer
y enfermedades cardiovasculares. Aún en la población que comía cantidades
mínimas de esos productos había más posibilidades de contraer estas
enfermedades.
Dicho esto,
tenemos que ir con cuidado. No me gusta decir que soy vegano. Porque hay
veganos que comen una puta mierda. Puedes alimentarte de patatas fritas y coca
cola y ser vegano. Y sería mil veces más sano comer la típica dieta equilibrada
mediterránea que hacer eso. “Whole
food, plant based diet”. Dieta basada en plantas y productos
integrales. Y os aseguro que como muchísimo de todo. Granos integrales
(cereales integrales, no la mierda procesada de Kellogg, pan integral, maíz),
legumbres (lentejas, garbanzos, alubias. Las mongetes seques, joder), frutos
secos (nueces, pistachos), todo tipo de verduras (patatas incluidas), frutas
del bosque (¿a quién cojones no le gustan las fresas?) y todo tipo de frutas
(¿nachos con guacamole? (sí, el aguacate es una fruta)).
Mirad, dudo
que mi padre deje sus guisos de codornices que tanto disfruta haciendo y
comiendo. Lo comprendo. Mi objetivo no es otro que entendiendo y creyendo en la
ciencia tras esta dieta decida poner el listón lo más cerca posible a una dieta
totalmente basada en plantas y productos integrales. Yo lo he puesto arriba del
todo, pero eso no significa que esto sea un todo o nada. Cada paso en esa
dirección será en mi opinión el correcto. Cuanta menos carne, productos lácteos
y productos procesados comamos, mejor. Alguno decidirá hacer esto en casa, pero
no cuando salga a comer fuera. De puta madre. Otros dejarán de comer carne 4
veces a la semana para comer sólo 2, cojonudo. Uno cambiará los Kellogg por la
avena o la quínoa para desayunar y dejará el resto de dieta tal como estaba,
pues adelante.
Cuando
hablamos de vegetarianos o veganos pensamos inmediatamente en que no comen
carne o huevos. Pero peor que todo esto son los productos procesados. El 80% de
los que nos ofrecen en los supermercados. Sal y especialmente azúcar o derivados
añadidos, productos a los que les han dejado sin nutrientes y te venden como
sanos, productos light que os van a engordar. Mierda, mierda pura y mucho peor
que la carne o el pescado. Evitadlos, no se los deis a vuestros hijos. Cuanto
menos ingrediente tenga un producto, mejor. Y pensad que una manzana, un
pimiento o un aguacate no tienen ingredientes. Ese debería ser el objetivo.
“PERO ESO ES
EN AMÉRICA. LA DIETA MEDITERRÁNEA ES MUY SANA Y EQUILIBRADA”
A medias,
pero sí. Estamos mucho mejor que en América. Hay menos muertes por todas estas
enfermedades de las que hablamos y tenemos una alta expectativa de vida. De las
más altas.
En mi
opinión esta realidad indiscutible apoya todas estas teorías. La dieta
mediterránea es alta en verduras, legumbres y frutas. Por tanto, menos muertes
y mejor calidad de vida que en países donde se alimentan mucho peor.
¿Es
suficiente para quedarse tranquilo? Pues cada cual tendrá que elegir. Como he
dicho antes el listón lo ponemos nosotros. Si consideramos que es suficiente
con tener una dieta mediterránea, adelante. Pero ojo, cada vez tenemos más
McDonald’s y Burger Kings. Tengo la sensación de que la dirección que lleva la
sociedad es hacia lo que hay en EEUU y no al revés. Si creéis que con una dieta
mediterránea es suficiente, mantenedla. Pero no vayamos a peor.
“ES QUE YO
NO PUEDO VIVIR SIN MI ENTRECOTTE O EL QUESO”
Os decía que
mi transición ha sido sorprendentemente sencilla. Más viniendo de alguien a
quien tanto le gustaba la carne y los huevos. Pero ha sido eso, una transición.
Y no de meses sino de años. Y casi sin darme cuenta.
No todos
somos iguales. Así que no os voy a decir que adelante, pan (integral) comido,
happy go lucky. Creo que para muchos puede ser más complicado que para otros.
Ahora bien, me ha ocurrido a mí, le ha pasado a mi hermano y es una constante
en casi todos los artículos o documentales que me han dado ejemplos, incluso en
casos extremos del típico americano que se alimentaba en base a barbacoas y
comida basura. Quien se decide a comer de esta manera acaba disfrutando tanto o
más que con la dieta anterior.
No estoy
haciendo un sacrificio, tranquilos, no paséis pena por mí. “Pero no puedes
comer esto?" Me preguntan con cara de pena. Tranquilos, de verdad, estoy
disfrutando como un enano. Dudo que odiéis tanto una comida como yo odiaba el
brócoli. Igual, quizás. Más, no. Supongo que la mezcla de descubrir hasta qué
punto es un alimento sano (de los más beneficiosos para nuestra salud), abrir
mi mente ya que lo quiero ingerir y que están cambiando mis gustos cuanto mejor
como, pero se ha convertido en una pieza básica en mi alimentación. Y no por
obligación sino porque lo disfruto muchísimo. Como veréis si os animáis a
investigar un poco hay muchos como yo. Gente que al encontrarse cada vez mejor,
con más energía, dormir mejor, tener menos enfermedades (incluso el típico
constipado), ir mejor al baño, etc… disfruta de la comida más que nunca.
Tenemos un cerebro maravilloso.
No es
aburrido. No, de verdad que no lo es. Estamos en las mismas. Comerse una
ensalada con tomate, cebolla y zanahoria es aburrido de cojones. Hacerse una
ensalada con lo mismo más frutos secos, lentejas, semillas, aguacate y vinagre
balsámico no lo es. Basta darse una vuelta por Google, hay tantísimos libros de
recetas. Tantos vídeos en YouTube (hay dos gemelos cojonudos llamados “The Happy Pear” que hacen videos con recetas de comida
rápida vegana espectaculares). Recetas sencillas, recetas rápidas, con pocos
ingredientes, complicadas, exóticas… Un mundo apasionante que te atrapa. No hay
nada como comer (mientras comes de puta madre) pensando en el bien que te está
haciendo.
“PERO ES QUE
YO COMO FUERA MUCHÍSIMO”
Pues es
cierto, es un putadón. Considero que no es un problema de falta de restaurantes
vegetarianos o veganos. Cada vez hay más y son muy buenos. Personalmente no soy
muy fan de ellos. Soy de comer muy sencillo y no busco las recetas muy
elaboradas que suelo encontrar en estos establecimientos. But that's just me.
Si buscáis encontraréis fácilmente muchísima oferta, ese no es el problema.
El problema
viene del día a día. Somos tantos que desayunamos, comemos o cenamos fuera a
menudo. Ya sea por trabajo o por tener comidas y cenas habituales con pareja o
amigos. Y no vas a ponerte a buscar un restaurante vegano cuando estás entre
visitas comerciales ni vas a obligar a tus amigos carnívoros a ir a uno.
Lo que más
echo en falta es que los restaurantes cualesquiera tengan más opciones en sus
cartas habituales. Y no, no estoy hablando de que un restaurante de comida
típica catalana tengan Tofu (qué asco) en la carta. Wait, ¿y un salteado de
ceps i mongetes? ¿Verduras a la plancha? ¿Alcachofas a la brasa? ¿Pasta
integral con verduras? ¿Base de pizza integral con rúcula (comed más rúcula,
probablemente una de las mejores plantas que podéis comer), tomate cherry y
aceite picante?
Ellos
podrían hacer más, pero yo he sobrevivido. Alguna vez he tenido que llevarme un
tupper a una cena de equipo con los consiguientes jiji jaja de mis compañeros y
otras veces he comido o cenado dos o tres entrantes que es donde más opciones
veganas hay. El otro día cometí el sacrilegio de comer una paella de verduras
con arroz blanco (no integral) y seguramente cocinada con caldo de pollo. Lo de
sacrilegio era broma, ni me morí ni me preocupó ni un segundo. Eso sí, fue la
comida que más me costó digerir en meses.
Es, creo, el
tema más complicado si estamos decididos a adoptar esta dieta. Mi hermano, por
ejemplo, ha decidido no comerse mucho el tarro cuando come fuera de casa. Lo
entiendo perfectamente.
PERO YO SOY
RUNNER (sic), NECESITO PROTEÍNAS E HIDRATOS
El día antes
de su 40 (o 41, ni lo sé, ni me importa) cumpleaños, Rich Roll decidió cambiar
su vida al agotarse al subir las escaleras de su casa. Típico padre de familia americano (del mundo
desarrollado, diría yo), con algo de sobrepeso pero apariencia aceptable y con
una salud razonable. Un poco de colesterol, tensión algo alta, que salía del
médico con un “cuídate un poco pero estás prou bé”. Conocemos a miles así.
Seguramente somos uno de ellos.
Rich Roll
pasó de ser esto a ser la primera persona en hacer el Epic 5 challenge (5
ironmans en menos de una semana) en cuestión de 5 años. Todo ello tras adoptar
una dieta de verduras, frutas y productos integrales.
No, no os
convertiréis en el pavo éste de elegir esta dieta. No creo, vaya. Seguramente
tendréis más ganas de hacer deporte al tener más energía y veros mucho más
delgados. Sí creo que tanto él como muchísimos otros atletas veganos (Carl
Lewis, Martina Navratilova) son buena prueba de que con una alimentación
equilibrada a base de plantas y productos integrales tenemos todos los
nutrientes necesarios para rendir. Las proteínas e hidratos en las verduras,
legumbres, frutos secos etc… son las que necesitáis. Tanto en cantidad como en
calidad.
No os estoy
diciendo que no se notará en vuestro rendimiento. Os estoy diciendo que
mejoraréis el rendimiento. Pérdida de peso hasta el ideal de cada uno, más
energía, menos lesiones, mejores recuperaciones y mejores digestiones.
¿Os lleváis
o tomáis suplementos para hacer deporte? Probad un zumo de remolacha y unas nueces antes y durante el ejercicio.
“TODOS
TENEMOS QUE MORIR DE ALGO. YO LO QUE QUIERO ES PERDER PESO”
En mi
opinión, nadie debería tener sobrepeso. Ni un kilo. Cualquier kilo de sobrepeso
es por algo que comemos mal o falta de actividad física. Y cualquier dieta
milagrosa en la que SE DEBA comer poco, contar las calorías, comer mucho de
algo o dejar por el camino algún nutriente (nutriente, no alimento) no tiene
ningún sentido. Ojo, no toco la ciencia aquí, hablo de sentido común. Y
cualquier kilo de sobrepeso es también peligroso para la salud.
Cuando leáis
e investiguéis un poco descubriréis lo maravillosa que es la naturaleza. El por
qué comer pasta integral no engorda mientras comer la blanca hecha con harina
refinada, sí. O por qué en varios estudios donde se añadían a la dieta de
docenas de individuos varios puñados de pistachos (como todos los frutos secos
alimento alto en calorías), estos no sólo no engordaban, sino que en muchos
casos adelgazaban.
De nuevo,
opinión sin entrar en la ciencia. Los seres humanos no tienen que tener ningún
kilo de más. Y si nos alimentamos con los alimentos para los que estamos
hechos, no engordaremos. Y si tenemos sobrepeso, lo perderemos. No engordan las
calorías, proteínas o hidratos, engorda la manera de ingerirlos. De
absorberlos. Un sencillo ejemplo; ¿Por qué no engorda la fructosa (azúcar) de
la fruta? Te puedes hinchar a manzanas que no engordarás ni un gramo. La fruta
tiene la fibra suficiente para equilibrar de manera natural la ingesta del
azúcar de la fruta. Easy game. Ahora prueba a hacerlo con el equivalente en
cantidad de azúcar en una Coca Cola. Por cierto, dejad la Coca Cola. Es veneno.
Si queréis
perder peso de manera natural comiendo la cantidad que queráis, probadlo.
Probadlo una semana y ya notaréis un cambio. Y os podéis hinchar a comer, todo
lo que queráis. Será lo que vuestro cuerpo necesita.
"QUÉ
TÍO MÁS PESADO"
¿Por qué he
escrito esto? ¿Por qué he sido tan cansino en Twitter? ¿O con mis amigos en mi
día a día? I'm fucking sharing the love, dude.
Sí, estoy
compartiendo el amor. No soy nadie para hacerlo y alguno se sentirá atacado. Os
pido disculpas. Os aseguro que he escrito esto ilusionado y con la mejor de las
intenciones. Tan bien me encuentro y tanto creo en ello que quiero compartirlo.
En lugar de hacerlo en conversaciones esporádicas, 3 Tweets o un grupo de
WhatsApp lo he intentado hacer poniendo un poco de orden a mis ideas. Éste
artículo no basta, soy consciente. Tengo la esperanza de que al leerlo querréis
investigar un poco. Que empecéis con un documental u os decidáis por uno de los
libros. Y si ni eso, pues al menos comáis algo más de verdura. For you and your
family’s sake.
EL CÁNCER
El cáncer es
un tema muy delicado. No hay enfermedad que haya hecho sufrir a tantas familias
ni enfermedad que nos dé más miedo como sociedad. Que ahora venga un niñato a
decirnos que el cáncer de un familiar se podría haber prevenido, ralentizado o
revertido puede verse como un insulto a pacientes, familias y médicos. De
nuevo, os pido disculpas. Lo siento, creo en ello y así lo escribo. Si queréis,
leeréis a quien sabe más que yo. Por supuesto jamás hay que dejar de atender a
las recomendaciones de los médicos.
Creo que
sobretodo es en la prevención y en etapas muy preliminares donde la
alimentación puede marcar la diferencia de manera clara.
Buscad
estadísticas en google y veréis como hay un patrón que no cambia. Más cáncer en
países desarrollados. Donde la dieta consiste de más carne, lácteos y productos
procesados.
RECOMENDADOS
How not to die: El autor, Michael Greger (link
Michael), hace años que abrió una página web (nutritionfacts.org) sin ánimo de
lucro plagada de libros cortos con información sobre nutrición. Veréis que,
igual que en el libro, toda información está secundada con varios estudios
médicos publicados. No es un libro pesado de leer. La primera parte consiste en
13 (creo recordar) capítulos sobre las enfermedades que más matan en América y
los alimentos que pueden protegernos, revertirlas o incluso curarlas. La
segunda parte consiste en un capítulo para cada uno de los 12 alimentos diarios
imprescindibles para tener una dieta equilibrada y sana.
The China Study: Do your homework y veréis que
T. Colin Campbell (link) no es un cualquiera. El estudio de China ha sido el
estudio más bestia sobre nutrición y su relación con las enfermedades jamás
realizado. De nuevo ciencia explicada de manera sencilla, lógica y centenares
de pruebas.
Forks
over knives: Leer un libro, aunque os podría cambiar la vida y la de
los vuestros, es algo que lleva tiempo y esfuerzo. Un documental de hora y
media no es tan complicado. Algo de ciencia, algo de la industria de la comida
y sobretodo unos casos reales de personas que adoptan esta dieta y sus
resultados.
Plantpure
Nation: Lógicamente el hijo de T. Colin Campbell, Nelson, es un
defensor a ultranza de las enseñanzas de su padre. Tras intentar proponer un
programa piloto dietético en Kentucky, éste es rechazado por los políticos tras
la presión de los lobbies de la alimentación. El tío decide hacerlo con sus
propios medios en un pueblo de Carolina del Sur, el hogar de las barbacoas.
Fed Up:
Toda la vida nos han dicho que comamos menos y hagamos más ejercicio para
adelgazar y estar más sanos. Aparte del análisis de la industria de la comida
en América (fliparéis con los Pizza Hut en los colegios de EEUU) veremos unos
casos de niños con obesidad. Es cierto, en Europa no estamos igual que en
América. Aunque hacia allí nos dirigimos. ¿O no tenemos un McDonald’s en cada
puñetera esquina?
Cowspiracy:
Tocando un tema que no he tocado. Si os importan los animales y nuestro
planeta, éste es el vuestro. La industria de la carne es la que más daño le
hace al planeta y el primer causante del cambio climático.
Nutritionfacts.org
: videos, videos y más videos. Pruebas, pruebas y más pruebas. Todo
documentado.
Thug Kitchen: Cuando os hayáis
convencido, recetas con palabrotas.”Eat a goddam salad, your asshole will thank
you”.