Hay mucho que se puede decir de Enric Bañeres, “El
Mestre”, “El tigre de Almenar”, el viejo loco nuñista….
Lo malo ya lo sabemos y creo que suficientemente en
cara se le echó en su propio blog, el ya LEGENDARIO e indudable icono de la
cultura pop del nuevo siglo banyeres.blogspot.com . Lo bueno ya lo han
dicho sus compañeros de profesión y amigos. Añadiría el encaje.
Yo, en auto-erigido representante de la comunidad
del banyeresblog, también tengo algo que decir.
Bañeres era tremendo. De opiniones fuertes, sesgadas
y excéntricas, se columpiaba con cada frase. Vacilaba, pontificaba, y no
trazaba bien una sola curva. Representaba el exceso de una estrella del pop de
19 años metido en el chasis de un diplodocus con traje eixamplesco; un misfit
absoluto.
En cierta ocasión nos prometió pagarnos al comida a
unos cuantos -y lo cumplió.
Esa primera vez, a la hora de las carteras, nos hizo
un gesto con la mano de ‘quietosparaos’, levantó la VISA y proclamó “Paga Núñez!”
Genio y figura.
Pero por lo que muchos de nosotros recordamos a
Bañeres es por el bañeresblog, un lugar de reunión allà por el 2005 o 2006, dónde
cuatro despistados, siguiendo el link al mismo publicado a pie de sus columnas
en La Vanguardia, íbamos a espetegar cuando esto de internet era aún muy
unidireccional.
Primero eran 5, luego 20, luego cienes, luego miles
de personas y comentarios.
Las discrepancias eran severas (cómo siempre lo son cuando
se habla del Barça), y el crisol de facciones, clanes, amigos y rivales era
amplio. No quisiera citar absolutamente ningún nombre pues sería empezar y no
terminar. Algo teníamos en común todos: barcelonismo de raíz, de corazón,
visceral. Y, más importantemente, era ese un lugar dónde podíamos compartir
nuestra visión con extraños, tras 20 años de nuestras vidas discutiendo de los
mismo con los mismos… la cuadrilla de siempre, los del trabajo, el cuñao, el
papa….
Ahí conocimos a gente cómo nosotros, obsesiva cómo
nosotros, y a menudo más genial e inteligente que nosotros. Y luego cerró el
blog a resultas de una incidencia de triple personalidad jamás suficientemente
clarificada que yace hoy dentro de un féretro hacia la eternidad, el
Bañeresgate o empleat3gate.
A rueda de este evento se crearía el antiguo
YOYALODIJE que acogió a todos los homeless del blog de Enric, que luego pasaría
a llamarse DIARIO YOYA. Todos fuimos migrando, luego a twitter, y mañana sabe
Dios dónde. Ni podría empezar a enumerar epidosios de gloria, cómo cuando
mandamos a un grande al HAT TRICK, las columnas de descamisados en el difunto ‘Diario
GOL’, la invención del propio vocablo “yoya”, el fetiche Palenzuela o tantas y
tantas animaladas salidas de gente para quienes todo esto llenaba un vacío en
sus vidas (o creaba un lleno que no sabíamos que existía).
De esa vasta comunidad salieron primero emails entre
varios, luego grupos de Whatsapp, luego cenas, y luego amistades verdaderas. Me
consta que muy buenos grupúsculos han surgido de ahí y si me volviera a casar
invitaría a algunos que conocí a raíz del blog de Bañeres. Nos cambió la vida,
y para bien -creo que seremos unánimes en esto.
Y sobre la figura de Enric, ¿qué puedo decir o qué
importa mi opinión? Nada.
Sólo constatar un hecho: fue el primer periodista de
relieve que abrió un blog, que cada día con sumisa religiosidad iba allí a
colgar un post y a responder a todas las alusiones, y que encajó cada hostia
con una hombría ejemplar nunca abandonando su argumentario, por peregrino que
este fuera.
Ni blocks, ni
RTs condescendientes, ni ausencias ni basura. Y el día que dijo que cerraba,
cerró.
No me vienen a la cabeza muchos más que Enric que
operen así.
Es por ello y porque le debemos bastantes cosas a
nivel personal, que el de ayer fue un día triste para todos. Un día en que
volvimos a reflexionar sobre cómo éramos hace 12 años, la fogosidad ya perdida,
la esperanza con el Barça más abandonada aún, y esa juventud que atrás queda
ya. No teníamos hijos, teníamos horas y horas muertas, creíamos que nuestra
opinión valía para algo, y éramos en definitiva, otras personas.
Es por eso cque con la muerte de Bañeres muchos
hemos muerto un poco.
Grácias Enric; conforme vayamos subiendo te iremos
buscando ahí arriba, habrá más humeantes bravas cómo vive Omar Bravo.