Florece en estas
fechas una sub-línea de producto que no rasca bola el resto del año.
Se trata de la
auténtica basura, los ítems inútiles, absurdos, baratos, nefastos y mierdosos.
En mi mente, la
típica cosa que no más del 50% de los transeúntes se agacharían a recoger si vieran
por el suelo en medio de la calle.
Son bienes cuyo
precio oscila entre los 2 y los 10 € y se caracterizan por no ser NUNCA el
comprador el usuario final, y me atrevo a decir que no hay NUNCA usuario final
pues van directos a la basura.
¿Cómo pues se
explica su florecimiento?
Por la mierda del
‘amigo invisible’, procedimiento por el cual como ya saben se determina un
umbral pecuniario para hacer regalos a otros, siendo los recipientes decididos
al azar sacando un nombre de una bolsa. Enfrentado el regalador a este desafío
(no entro ya a hacer coñeta ni gags con la estupidez del ‘amigo invisible’, que
además si algo NO es es invisible) tiene dos cosas claras:
1-Ni jarto vino me paso del tope.
2-Tengo que llegar cerca del tope.
Digamos que el
precio recomendado en €30; el regalador difícilmente encontrará algo de €30, y
con algo de suerte quizá encuentre algo de €21.95 que dé el pego. ‘Bien!’ dice
el regalador, pero tras pagar y salir de Vinçon empiezan los remordimientos de
conciencia… ‘¿Descubrirá el recipiente que me he gastado sólo €20? Quizá ya ha
pasado por Vinçon…, o quizá su mujer ha pasado y me calan… ¿pensarán que soy
una puta rata judía?’
Insomne durante
tres días y con la conciencia cercenada, saldrá del trabajo el regalador para
espetegar en una papelería al lado de la boca del metro y compará un lápiz
gordote de dos palmos de largo con dos ojos arriba que le costará €3.50 para,
finalmente, limpiar su conciencia y conciliar el sueño. Hay variantes como un
libro con el título ‘Manual para conocer a las mujeres’ con todas las páginas
en blanco o un caganer con la cara de
Messi que si le das cuerda da saltitos y cae de pie.
Cojonudo, bien.
Pues sostengo la tesis de que el sub-mercado de los sub-productos que van de
relleno al ‘master present’ y que van directos a la basura sin haberse usado
representan un 15% del total gastado por las famílias por navidades.
Y si no tengo
razón que baje San José y me depile el chocho.