Otro
día, también en el resort dominicano, ocurrió algo bastante interesante y que
demuestra que hay gente brillante aún.
Pocos
pero algunos. El follonero es uno de ellos.
La
noche esa de la taja en la playa (ver post anterior), uno de la comitiva
catalana perdió las gafas. Dado el estado general, se dio cuenta al día
siguiente y cada segurata que veíamos era interpelado alrededor del tema de si
había encontrado las gafas. Todos que no hasta que uno que sí. Albrícias.
El que
las había perdido las agarró, dio las gracias 12 veces al segurata, y se largó.
El salvador esperaba algo de virolla, y aun con un gesto torcido, siguió con su
ronda.
Le
señalamos al de las gafas que era preceptivo y buenacostúmbrico untar un poco
al dominicano. Aún con un gesto desaprobatorio, accedió al untaje en cuanto le
volviera a ver.
Efeméride
que se produjo por la noche, a eso de la una, cerca –extrañamente- de una
barra. Fue ahí el dominicano uniformado y el otro le soltó un tanto, un
fajillo, ni idea de cuánto, digamos que 10.
Y es
ahí donde otro del grupo, el follonero, brillante él, vió la luz: en cuanto se
alejó el segurata fue tras él y le ofreció 30 por hacerse el encontradizo con
el de las gafas –de nuevo.
Y así
fue: empezó el segurata a rodear al de las gafas así a lo tonto, con las manos
en los bolsillos, y Gafas que se iba incomodando.
Sale el
follonero y le susurra al oído a Gafas: “No le has dado suficiente; hasta que
no pagues más no te va a soltar”.
Y Gafas
que se iba incomodando, Prosegur que iba pivotando sobre el área, y nosotros
desovados.
Al
tiempo va Gafas y le suelta un segundo fajo, ante lo cual Prosegur se acerca
con sigilo al follonero para dar por concluido el operativo, ante lo cual
Follonero le da 50 para que le atosigue 10 minutos más, evento que se
materializa; Gafas realmente angustiado, el segurata dándole conversación con
gran determinación y trazando envolventes, y nosotros literalmente llorando.
Hasta
una tercera vez se repitió el ritual, y créanme que eso fue algo muy
remarcable.
Si uno
fuera realmente bueno escribiendo, seguro que hubiera podido hacer llegar esta
historia de la manera que merece, porqué fue un momento pivotal de mi
existencia; creo que no he terminado de saber transmitir/reconstruir la jugada
pero espero que al menos se haya entendido.
En
cualquier caso, más allá de la comicidad intrínseca, la anécdota del otro día y
la de hoy reflejan la espumosa relación entre necesidad y opulencia (todos
somos opulentos en repúblicas bananeras). La pasta, y cuan más necesitado este
uno más pirotécnicamente se manifiesta, es un poderoso manipulador de conductas
y, en resumen, lo compra TODO.
Sin
darnos cuenta nosotros mismos, cada día, en mil cosas, somos cómo esos pobres
seguratas del resort dominicano. Hacemos, deshacemos, planificamos y
arriesgamos en virtud de la recompensa del sistema, un sistema que –si pudierais
verlo desde fuera cómo yo- os revolvería el estómago por su perversión.
Cordial
abrazo.
6 comentarios:
Jo també vaig passar unes vacances a RD. Una setmana en plan aventura i una altra en plan resort (també erem un grup de tíos, tot i que normalment és un lloc per recent casats en viatge de noces).
Tant als resorts com fora d'ells, efectivament, el que mana és la pasta que deixes anar. I això serveix per tot, tant pels tíos a qui vols comprar per una determinada acció (no em refereixo al sexe) com a les tíes (sí, en aquest cas em refereixo al sexe). No cal que et follis a una puta. Et pots fer a una dominicana qualsevol si portes prou diners.
Un tío blanc amb pasta (especialment si portes US$), és el rei del mambo. A RD i en general a tot Centre Amèrica.
Això és el que hem fet sempre els nordamericans i els europeus.
Nosaltres només volíem diversió i no vam passar d'aquí, però si algú amb pasta va amb males intencions, pot aconseguir el que vulgui.
Ant.
yo un dia fuí a Calafell... truestori
Quin filldeputa el follonero
Rai
Com diu algú, TTPP. Com dèiem ahir, tots i totes tenim un preu. Allà més baix, però al cap i a la fi tots en tenim un.
El món que deixem als nostres fills.
Una bona colla de cabronets, veig. Ara, vostè fa tota la pinta de ser l'alter ego del follonero...
Putas no faltan, lo que faltan son finansistas, deien a una peli.
Salut!
Dime una sola cosa en esta vida que no se pueda negociar.
Firmante por Dios.
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