Este
Domingo se celebra “El día del hijo de puta”, festividad en la cual los niños
de 2 a 15 años salen a la calle con la camiseta del equipo de su padre.
Veremos
pues pasado mañana miles de niños y niñas ondeando la camisetita del Irreal
Mandril, en un ejercicio reivindicativo cuando no revanchista; “salir a la calle con la camiseta del Madrid
en Catalunya vale más que hacerlo en Toledo” sostienen ellos, siendo ello
una mentira pues hay cientos de miles de madridistas aquí; lo mismo aplico a
los barcelonistas en Madrid: menos drama que nadie os pega.
Lo que
convierte ese display de amor al club en un acto de mera hijoputez es hacerlo
al día siguiente, cuando YA se ha ganado el torneo.
Si esos
niños de 5 años van a vestir la camiseta del Fly Emirates, que lo hagan el
Sábado, o hoy; eso sí demuestra que “Estoy aquí para lo que se me necesite,
vayan bien o mal las cosas”.
Eso sí
lo puedo respetar, pero hacerlo al día siguiente no sólo me parece indigno sino
que habla pobremente sobre los padres. Valores, chusma, VA-LO-RES.
El
mismo discurso, obviamente, lo aplico a los barcelonistas que hacen exactamente
lo mismo.
Una vez
en la cantina del trabajo, tras ganar la final de París, vi a un tío con la
camiseta del Barça.
Cómo me
repugnaba bastante por lo cual le vigilaba desde hacía tiempo, recordé que el
día antes iba vestido de calle.
Le
increpé, le dije que “Hoy es muy fácil,
ayer no la llevabas”.
Me
devolvió una sonrisa, demostrando cuan imbécil era aun a sus veinte-y-bastantes
tacos.
1 comentario:
Buenas General.
Me gustaría saber tu opinión sobre el jugador del Girona que increpó a sus aficionados preguntándoles dónde estaban en invierno...
Gracias.
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