La
economía, a nivel macro (sin entrar necesariamente en macroeconomía) no es más
que la exposición a la potencia que se quiera de algo tan simple como uno
mismo, los procesos decisionales que le guían, y su impacto e interacciones con
el entorno.
Lo que
hace que la economía resulte tan inasequible al no docto es la complejización
de las interacciones y, sobretodo, el hecho que nadie lo explique bien desde la
base.
En las
últimas fechas intenté explicar las vertientes pura (oferta y demanda) y monetaria
de la economía. En adelante intentaré hacer lo propio desde la vertientes
política y social.
El
nivel de madurez social que hemos adquirido, en todo el planeta -a excepción de
regiones de América, África y Asia- es conmovedor. Hemos alcanzado un punto de
solidaridad, voluntaria o no, remarcable, y eso es algo que se nos olvida a
menudo. Si hay inundaciones en la Val d’Aran que se llevan por delante tres
puentes, todos entendemos que los repararemos con la pasta de todos y ni se nos
ocurrirá decir que deben pagárselo ellos. Esto, que parece simple, requiere de
un esfuerzo de madurez social elevado. Que nos intenten colar el meltdown de
Bankia como una variante de lo anterior es, simplemente, demencial. Aun así nos
lo cuelan, por lo cual a pesar de haber recorrido un largo camino, seguimos
lejos de la meta.
---Música de violines...---
Imaginen
un mundo atrás en el tiempo sin impuestos y sin Autoridad Tributaria –pero con
anacronismos que el lector atento verá con nitidez. Todo el mundo campa a sus
anchas.
Yo
trabajo luego cobro; obtengo una renta. Puedo destinar esta renta disponible a
varias finalidades, y actúo con arreglo a lo que me sale de los cojones. Me
compro una PlayStation o no, salgo mucho o no, colecciono chapas o no, tal.
Puedo
también decidir ahorrar o no, y lo que ahorro lo puedo invertir o no, a un
riesgo moderado o elevado –nunca nulo. Soy una persona libre.
Todo
esto es obvio, ¿no?
-Sí.
Subamos
un escalón más: ahora vivo en pareja. Ella también trabaja (uso una mujer para
que podamos diferenciar; respeto y apoyo el matrimonio gay y nadie me gana a
tolerante). Ahora tenemos dos rentas, cojonudo (asumamos cuentas conjuntas,
¿vale?), pero amanecen las primeras fricciones a nivel de políticas de gasto
familiar. Yo quiero ahorrar más que ella, yo quiere un viaje a Thailandia
mientras ella quiere un sofá nuevo, y empieza a resultar complejo determinar en
qué dirección debe aplicarse el gasto y qué proporción de ahorro nos hace
sentir cómodos. Nace
la cesión de soberanía (yo ya no soy el único que determina mi
política de gasto).
Un
peldaño más: la comunidad de vecinos. Ahí además no existe –en principio-
afinidad familiar entre las unidades integrantes y nos la envaina que los demás
salgan perjudicados (esto ya empieza a parecerse a una sociedad).
Los del
tercero, cuarto y quinto quieren un ascensor, los del segundo casi que no, y
los del primero ni en coña. ¿Qué ocurre entonces? Necesitamos un mecanismo que
dilucide qué debe hacerse.
En sociedades ancestrales esto se liquidaba por el
tradicional mecanismo de darse de hostias, pero conforme la humanidad
evoluciona socialmente hay que intentar hablar las cosas, que haya un
mecanismo/autoridad que ponga seny. Esa autoridad, en ausencia de un líder
específico, es la democracia y el sentido común.
Cederemos
soberanía a la democracia, dejaremos en cierta manera que la mayoría decida por
nosotros. Se pedirán presupuestos y se votará lo del ascensor. Nacerán
las primeras tensiones y discrepancias sobre el gasto comunitario -y esó que
sólo son 10 famílias…
En
cualquier caso, si el tema del ascensor sale adelante y se paga a escote,
representará la
primera cesión real de renta fuera de la unidad familiar (si bien con individuos con los que aun así existe
cierta afinidad y un objetivo común: vivir bien en el mismo edificio).
De momento, aún voluntaria... (ceder soberanía a la democracia implica también ceder renta... no olviden que en definitiva, TODO es dinero...)
CONTINUARÁ...
8 comentarios:
vale bien, hasta aqui de acuerdo, poco a decir
esperamos la continuación
intentaba que nos diéramos cuenta de cuanto cedemos y ni nos damos cuenta.
invitar a la reflexión.
el tema de las libertades individuales es la próxima frontera me da a mi...no solo en lo económico ojow
cada vez menos. pero lo que importa realmente, que es la renta, cerca de la mitad es hurtada cada mes sin contemplaciones.
que me parecería abusivo si se entregara algo razonable a cambio. pero es que ni eso...
bueno hombre si tuvieras un sueldo de digamos menos de 20.000 al año posiblemente no dirías eso (cole, seguridad social, etc)...a cargo de impuestos
qué no diria?
no entiendo... re-frasea pulután
el moment clau es quan cedim el monopoli de la violència a l'estat. Només ell pot fotre d'hòsties. I és clar, si no estic d'acord... em foten hòsties.
Posi.
Bona pinta. Aviam què ens depara la nova sèrie.
Rai pilota.
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