Vimos
ayer que la cesión de soberanía decisional conlleva -conforme la sociedad se
torna más compleja- la aparición de los primeros procesos democráticos y,
paulatinamente, una cesión de renta.
Subamos
un nivel más: el pueblo, una aldea de 200 tías y tíos (vota IC-EV!), en total
100 matrimonios.
Hay un
río que les obliga a dar un rodeo para llegar al mercado y varios quieren hacer
un puente. Ahí empieza a complicarse el asunto… pueden pasar dos cosas:
1-Que
entre todos y en aras del buen orden social pongan 100 pts cada uno y les pidan
a los del pueblo de al lado que les construyan el puente. Nace el concepto del Erario Público, el Gasto
Público, y el beneficio comunitario (más allá de nuestra escalera), amparado
en la voluntad de la mayoría que desea ceder renta propia en aras de un
beneficio social cómo ejemplificamos con lo del ascensor y ahora con el puente. Todo el mundo contribuirá a pachas
(asumamos que todos cobran parecido) y disfrutará de aquello a lo que se
dirigió el pago: el puente.
2-Que
nadie quiera ceder renta a tal fin destinada y que desentiendan del proyecto
con un vistoso ademán de ‘a la mierda!’.
Nacerá, vive Cristo, la iniciativa
privada: algún
espavilao ahorrará hasta reunir la pasta para hacer el puente, lo hará, y
cobrará un peaje de 2 pts a quien quiera usarlo para ir al mercado. Quien
quiera usarlo que lo use y quien no, pues que no lo use. No hay mecanismo más
justo para acarrear los costes infraestructurales que el pago-por-uso. Y luego
habrá otro que hará sillas para que la gente no tenga que hacérselas, el otro
hará tal, y todo el mundo pagará por aquello que quiera disfrutar.
El
escenario 1 puede sobrevivir en exclusiva por poco tiempo: la iniciativa
privada siempre aflora porqué la gente tiene inquietud en hacer más, llegar a
más, y ser mejor. Nos encontraremos pues bien pronto en un escenario en que
co-existirán iniciativa pública y privada. La privada poco evolucionará con el
paso de los siglos, pero el Gasto Público experimentará un evolución
considerable…
Una
evolución, bajo mi prisma, intromisiva y desajustadora, no en su naturaleza
pero sí en su ejecución, cómo me dispongo a explicar. Conforme el puente se
pagó a pachas y la gente estuvo satisfecha de dar su pasta, empiezan a salir
ideas, iniciativas para el bien del pueblo que son bien recibidas. No sólo se hacen porqué a la gente le guste montar saraos comunitarios; sin entrar en
microeconomía, el concepto de economías de escala y tal, es intuitivamente
obvio para todos que un ‘pedido’ conjunto de 200 televisores sale más barato
por unidad que comprar uno. Es más barato un puente majo para todos que
construir un puente para cada familia. La concepción comunitaria/comunista de las cosas tiene una
justificación económica incuestionable que excede las consideraciones
filosóficas. Eso tan simple es algo en lo que pocos reparan; se
juzga al comunismo como doctrina filosófico-moral exclusivamente sin juzgar sus
insuperables beneficios de escala.
Una
carretera asfaltada para ir al pueblo de los carpinteros, Digital+ en el bar
del pueblo, y varios proyectos más son generalmente deseables y económicamente
eficientes para la comunidad. Conforme el alcance de las iniciativas va
evolucionando, empieza a surgir la necesidad de un ente que las co-ordine y
priorice. Es una tuerca más a la cesión de soberanía y renta, pues ahora todos
la cedemos al mismo, no sólo a la mujer, a los del bloque, o el mando que
coordinó lo del puente. Nace la figura del Gobernante (un ente
independiente que teóricamente intenta maximizar la suma de beneficios de los
integrantes individuales) como catalizador y gestor del sentir popular.
La
figura del gobernante único, del ‘Rey’, se ampara en la cesión voluntaria de
soberanía y renta por parte de todos los individuos sin mediar poder
coercitivo. Lo ponen porqué quieren, y pagan un tanto alícuoto de los proyectos
porqué creen en ellos. Si El Rey pretende ejecutar políticas sostenidas de
gasto (teóricamente beneficioso para todos, claro) deberá institucionalizar
definitivamente un canon, periódico o ad-hoc. Nace El impuesto.
El
impuesto es una cesión (involuntaria como su nombre indica) de recursos que toca
bastante los cojones. Bastante. Hay que tener plena convicción en el sistema y
en la buena aplicación de esos recursos para no ser reticente a su aceptación.
Esa
aceptación se verá erosionada CUANDO (no ‘en caso de que’) las políticas de
gasto dictaminadas por El Rey no sean del agrado de uno (que es cuestión de tiempo), lo que potencialmente, y
en exponencial dependencia al número de medidas adoptadas, generará disgusto; nace la desafección
al régimen.
No hay política de gasto público
que satisfaga a todos, y a más políticas, más desafección. Al que no va nunca al pueblo
de al lado le toca los huevos que se gaste pasta en una carretera y al que no
le gusta la tele le repatea que se meta pasta en el Digital + del bar. Es
IMPOSIBLE que el Gasto Público, más allá de lo perentorio, satisfaga no ya a
todos sino a una mayoría. Este es un principio que los gobernantes y los sistemas no
han sabido entender.
CONTINUARÁ...
8 comentarios:
solo añadir que el tema impuestos también se carga sobre la iniciativa privada, quiero decir que el rey que es mu listo, le dirá al tio que ha construido el puente que parte de lo que recauda le toca a él (erario público?) ya que es él quien se encanrga de proteger el puente de facinerosos que no quieren pagar por pasar, e incluso le pedirá que sus asalariados (soldados, policia municipal, empleados públicos) no paguen o paguen menos
por tanto, creo que el impuesto, sea mediante intervención pública o privada existe desde el comienzo de los tiempos, que son menos en un estado basado en la iniciativa privada? pues probablemente...
otra cosa son aquellos servicios que no son exclusivamente infraestructuras quicir, la educación de la población (churumbeles) es de interés para el rey? un hospital lo es? de inicitivas privadas de escuelas las hay desde los griegos pero de hospitales no lo se (evidentemente los médicos siempre han cobrado de forma particular sea en especie o moneda)
donde quiero ir? no se me he perdido un poco, pero la conclusión sería, es necesario realizar algunas acciones para el bien común? creo que si, cuales? es la sociedad quien decide en cada momento y el rey dirá o no si le parece bien pq necesita la pasta para pulirsela en la boda de la infanta de turno o no
pulután...quien controla mi cesión de soberania? quien controla q en caso de más iniciativa privada no haya un enriquecimiento basado en la explotación de munupolio?
cuestiones complejas
vaya tochow
gran post rai
Ninguna de las preguntas realizadas tiene respuesta objetivamente correcta.
El tema es que a más políticas públicas (+ socialismo), más imposición, menos renta individual disponible, y menos capacidad del indivíduo para hacer lo que desea.
A la vez, a más políticas públicas, más descontento (pues pagas un cojón y sólo te beneficias de una pequña porción del gasto público).
El socialismo intenta homogeneizar la riqueza desalentando la iniciativa individual, y eso me parece contraproducente, a la vez que concrepo en que se necesita un nivel equis de iniciativa pública.
El tema es dónde dibujamos la línea...
no solo donde la dibujamos sino como controlamos y quien que no se sobrepase la línea...
Pués dependiendo de la película la línea se dibuja encima del inodoro o directamente en la barra del bar o incluso en los asientos del coche.
Guillem
Off topic.
No sé, si Lluis Basat había contado las anécdotas sobre Gaspar, Laporta, Rustu y el hijo de Ferguson
que ha contado hoy en el mati de Catalunya radio. Si no, vale la pena escucharlas.
Con esto y los viernes con Anton Parera en can Cuni. Te explicas muchas de las cosas del Barça
de los últimos años.
M'encanta la disertació que fas. doncs tot partint d'un punt de vista "civilitzat" (i amb això el que vull dir és que la cessió de drets o de sobirania individual -en definitiva, el pagament d'impostos- la bases en termes lògics, del tot raonables, i es produeix de manera voluntària o quasi voluntària, en "pro del bé comú"...) però, tot i així, estàs arribant a una situació de descontent, de desafecció i d'insatisfació del ciutadà.
Doncs no podem oblidar que, per empitjorar el panorama que descrius, els gobernants malauradament -amb alguna comptada excepció com a Escandinàvia i potser algún altre país que ara no em ve al cap- no arriben sota aquest criteri; realment no són escollits pel poble per gestionar aquest bé comú sinó que, en major o menor grau, "ELLS" s'ho guanyen per la força (abans era per les armes, ara pel poder econòmic) i sotmeten al poble a la seva voluntat. És allò que reflectia tan bé en José Mª Garcia, el "butanito", quan parlava dels dirigents en general: "son gente que viene a servirse i no a servir !!".
Els teus magnífics exemples de posar o no un ascensor (que afecta a TOTA la comunitat), de fer un pont (que afecta a TOT el poble), de l'educació, de la sanitat, etc. que són molt vàlids per explicar una societat quasi ideal, ho deixen de ser quan el president del districte -per posar un contraexemple- t'obliga a pagar per posar un ascensor a l'escala d'un edifici de dos carrers més avall (a on hi viu un germà o un conegut seu, això per suposat). O quan el president de la comarca dictamina que el vot dels de pagès tindrà més valor que el vot dels de ciutat... i tu no hi pots fer res, no el pots fer fora perquè, precisament, serà reescollit gràcies, evidentment, als vots dels de pagés. O quan el rey del pais et cobra impostos per fer la guerra contra un pais que està en un altre continent...
M'heu seguit? Espero que no, quin rollo!!
jo sí.
parlarem de tot això durant la setmana.
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