Canal+ nace, a primeros
de los 90s diría, cómo el primer canal de pago ever en Ñordia.
Tenerlo en casa era la ilusión de todo niño o adulto no afluente económicamente, y era la polla.
Cientos de miles de
nosotros nos agolpábamos en los bares los Domingos a las 19:30 para “El partido
del plus”, con la intro de “Total Recall” (recientemente regresada) y con 90%
de los partidos FCB o rm.
Tenían “El día
después” con Nacho Lewin y Robinson, el estreno de cine de los Viernes, la
pornaca a renglón seguido, y mil cosas cojonudas cómo el primer canal de Golf,
fútbol europeo (que empezamos viendo en cuentagotas por La2 los Sábados por la
tarde), magazines de sobremesa interesantes, y hasta un news channel 24h, “CNN +”
Pasaron 10 años,
cambió el accionariado, palmó Paul Anko, cambió el nombre a “Digital +”, pasó
de analógica por antena a digital por satélite, siguió amasando derechos, y
mientras resultaba cara, lo que ofrecía era tanto, que acumuló una
significativa penetración de mercado, creo que llegando a los ~1.5M de
abonados.
Y luego, cómo
siempre es el caso, se rompió todo. Fue adquirida por Telefónica del Terruño y
empezó la barrena. Cambiaron el nombre a “Movistar+”, la usaron para endosar
sus putrefactos paquetes de Wi-Fi y datos, perdieron talento a espuertas; la
implosión era imparable.
La entrada del
IBEX35 deja cicatrices; las trasmisiones adquirieron un tinte escandalosamente
madridista (sobre todo en el básquet con el babuino de Valdemoro) pero también
en el fútbol, dónde las presiones de Dirección ya no fueron soportables sin la
presencia del añorado Robinson.
Luego entra DAZN
(con peores locutores aún) y les esgarrapa media Liga, pierden la NBA, sueltan
la PGA en favor LIV por estar el último españolaco ahí, no suben narradores
buenos, tiran de Castaño en régimen de leasing, y tot plegat palidece a marchas
forzadas.
Caen en el discursillo racial, “los nuestros”, “las guerreras”, que si Frenando Alonso, Rahm, Alcaraz, con toda la matraca patria que nos recuerda a menudo al NO-DO
Siguen however
metiendo unos palos de Dios, y buena parte del país no está dispuesta a pagar
ciento-y-bastantes Euros al mes por aguantar narraciones que sonrojarían al
propio Santiago Bernabéu.
Bien, una
historia más de “rise & fall”; no tiene más. Esto desemboca en el episodio
11 en esta temporada de 12, en los bloqueos de Cloudfare, que es cómo cerrar
los accesos a una ciudad porqué hay un tío vendiendo droga. La gente ha tomado
buena nota, y ha entendido que no sólo es lo razonable sino lo justo migrar a
la IPTV y dejar que M+ se pudra.
Pero eso ya se verá en el capítulo 12.
Y en la segunda
temporada el IPTV se follará a DAZN, en la tercera al próximo que venga, y así
sucesivamente hasta que el fútbol (que os recuerdo que fue decretado “De
interés General” en el Congreso) pueda ser disfrutado a un precio justo.
Hasta entonces
Tebas, Ibex, y Juzgados adláteres, os la vais a comer doblada.
Tenerlo en casa era la ilusión de todo niño o adulto no afluente económicamente, y era la polla.
Caen en el discursillo racial, “los nuestros”, “las guerreras”, que si Frenando Alonso, Rahm, Alcaraz, con toda la matraca patria que nos recuerda a menudo al NO-DO
Pero eso ya se verá en el capítulo 12.