viernes, 3 de febrero de 2017

MIS RAZONES

Creo que es justo denominar ‘mobbing’ el fenómeno del cual vengo siendo víctima, no sólo en Twitter sino también en la vida irreal, la de hardware.
Todo el mundo se ríe de mi fijación con los smartwatches, supongo que no sin razón, pero voy a compartir mis pensamientos aquí y ahora.

Soy una persona infinitamente perezosa. Un auténtico despojo capaz de tragarme pelis que detesto por no incorporarme a la mesa de café a coger al mando a distancia.
Si mi mujer o mi madre escribieran un libro lo tendríamos que poner en el estante de ‘Ficción’ por increíble.

En el día a día mi móvil está o en mi bolsillo o en algún lugar del sofá bajo cojines o mantitas de invierno.
Aun estando en el sofá mirando la tele, si lo tengo en el bolsillo y vibra (SIEMPRE está en silencioso) raramente me molestaré en mirar.

Antes de 2010 tenía un Nokia simplemente metido en la guantera del coche por si tal. Jamás lo usé.
Desde que tuve hijos, entre que tal y cual, empecé a llevarlo encima. Mi desatención al mismo originó las primeras tensiones.

Al grano:
  1. Cuando recibo una llamada, no siempre tengo el teléfono a mano. Casi nunca. Luego me interesa poder responder llamadas aunque esté cagando si me parecen importantes.
  2. Lo mismo con mensajes: es un palo. El reloj me permite poder determinar en el acto importancia y necesidad de responder ya.
  3. Paso mucho tiempo en el coche y recibo cosas a veces time-sensitive; me interesa poder verlas y poder responder POR VOZ cuando me entra algo mientras sobreviro a 165 Km/h por la AP7.
  4. Me interesa saber temperatura (siempre), humedad (en verano), y viento (en invierno) en cualquier momento sin tener que manosear el móvil.
  5. Cuando juego a golf me interesa saber metrajes exactos para cada golpe; un dibujito del Green ayuda.
  6. Me interesa saber cuánta distancia recorro cada día.
  7. Me interesa saber cuántas horas duermo, con qué profundidad, y a qué horas me suelo dormir y despertar.
  8. Es importante conocer mis patrones de ritmo cardíaco no sólo cuando corro; ver cómo anda el corazón cuando duermo o si hay anomalías aleatorias.
  9. Me interesa salir a correr o en bici y saber exactamente velocidad y ritmos cardícos sin llevarme móviles, enchegar Stravas ni ponerme cintitas en el pecho.
  10. Ahora que estoy adoctrinando a mi hija en los entresijos de heavy metal, me gusta poder poner música por el altavoz del reloj cuando la baño (ya que ni sé dónde está el móvil)
  11. Me gusta ver gráficos de altitud y presión atmosférica pues puedo prever cambios de tiempo (y dolores en las articulaciones).
  12. Me va de perlas usarlo como linterna cuando apago las luces de la casa cada noche al acostarme
  13. Esa vez al año que andas desorientado por Santa Coloma de Gramenet, me gusta poder ver un mapa y que me saque de ahí rápido y ya mismo sin acudir al móvil.
  14. Y mil cosas más que no me vienen a la cabeza....¿he hablado de no quitármelo para bañarme?


Me toca los güebos cargar la pila pero el offset de beneficios es brutal (entre ellos el de que la batería del móvil me dura dos días ya que ni lo toco).

Parecerá absurdo pero a ver quien me da más razones y de más peso en favor de un puto Audemars Piguet que te da la hora, el día y quizá el mes.

2 comentarios:

KiM dijo...

quin trasto tens ara?

Anónimo dijo...

esperando post de la cobardía extrema del no señor Más.........

La verdadera historia de la rivalidad Barça-Madrid

Seré conciso. H ay cientos de libros que cuentan esto en 400 páginas. Yo lo he hecho en dos, o sea que las gracias me tendríais que dar, ing...