miércoles, 11 de julio de 2012

‘The Lord of War’


Anoche pensaba que casi que también tiene su aquel todo aquello que precedió al incidente acuático que comentamos ayer, en tanto en cuanto pone de manifiesto cuan ruin soy.

En definitiva, llegué a EEUU con una mano en cada güebo y sin hablar apenas nada de inglés. Me metí en la universidad, y por mero darwinismo aprendí el idioma y salí adelante, claro. Para costearme los estudios busqué trabajo por el campus (los estudiantes inmigrantes no podíamos trabajar fuera del campus) y al final el Dr. Grafing (del que ya os hablé hace unos días) me dio uno en la Oficina de Atención al Estudiante Internacional. Hasta aquí todo bien.

Mi rol era doble:
1-Procesar el mítico (creo que se llamaba) I-20, el visado para estudiantes. Abría la documentación que nos remitían los guiris, la revisaba, la pasaba al jefe para firma, e imprimía el formulario oficial y lo remitía de vuelta al estudiante.
2-Organizar las recogidas en el aeropuerto, recibir a los extranjeros cuando se presentaban al campus por vez primera y 'orientarles' sobre dónde estaba la cafetería, la librería, la facu de físicas, cómo sacarse la tarjeta de seguridad social y carnet de conducir, tal. Hasta aquí todo bien.

Obviamente, como todo tipo inteligente, vi ahí una window of opportunity que me haría granjearme el apodo entre los machos internacionales de ‘The Lord of War’. En efecto, cuando recibía las solicitudes de I-20 acompañadas obviamente de una foto hacía una pequeña criba, hacía fotocopias, y mantenía una cartera con las tías más buenas. Cuando nos remitían los detalles de su vuelo para recogida, corría un VLOOKUP (*) contra mi base de datos. Si estaba buena la íbamos a buscar nosotros (nosotros es el grupito de 6 o 8 perlas), y si no lo estaba o era un tío teníamos una secta cristiana que los recogía, albergaba, alimentaba y brainwasheaba durante unos días hasta que hallaban acomodo propio. Por mí cómo si se los comen vivos.

Amparados en ese vil algoritmo de trata de blancas, fuimos a recoger unas cuantas y se reportaron capturas. Otro mecanismo, más exitoso aun, fue el de la orientación que yo practicaba ‘LIVE’ en la oficina de admisiones, pues varias tenían su recogida del aeropuerto planificada y por ahí se nos filtraban del proceso 1. A las más buenas, amén de contarles lo del punto 2, les hablaba de que ‘éramos una nutrida comunidad internacional que frecuentemente se reunía con fines lúdicos y que si querían venir a nuestras fiestas (“oh, por cierto, hay una fiesta este Sábado en mi casa!”) ya las llamaríamos’.

Cómo tenía su teléfono local, esencialmente sólo con cuentas high-tier (de score de 7 para arriba), las llamábamos (no sólo yo; otros amigos para nada involucrados en la uni) para invitarlas a tal fiesta, recogerlas y dejarlas de vuelta si menester fuere. Cómo normalmente eran alemanas o francesas confusas y deprimidas, aceptaban la oferta, las llevábamos a las fiestas y ahí sí que habían bebido aceite Castrol. Este es el escenario (primera fiesta además) en que se encuadra el post de ayer.

No sabría cuantificar cuantas asociaciones reportó el mecanismo pero sí sé que tres de los cinco amigos de toda la vida que fuimos ahí estamos a día de hoy casados con tres hembras que cayeron en el scope de ‘Lord of War’.
Creo que este delito está tipificado hoy en día como ‘Insider Trading’ en todas las legislaciones.

(*) Gaguito nerd

11 comentarios:

DavidG dijo...

que cabrones...

bien hecho que cojones

Ant. dijo...

Oh, qué grande! Me ha recordado un poco a la historia de Mark Zuckerberg. Con un final diferente, claro.

Mi Fórceps particular, orientador inicial y preparador de papeleo fué un negrito alto y flaco llamado Tim (the one and only, decía él cada vez que alguien le preguntaba si era el tal Tim).
No era la Uni, pero era una multinacional muy conocida donde a diario llegaba gente nueva. Lo bueno y a la vez lo malo es que el personal femenino que llegaba ya tenía la carrera hecha y por tanto la lección bien aprendida, por lo que conocía las tretas que todo macho cabrío intenta para darle al fornicio.
Ninguna caía en estas trampas, si acaso acababan en la piltra por decisión propia. Y muchas de estas veces eran ellas las que te llevaban a tí.

La Dolce Vita...

Anónimo dijo...

Tráfico de información, uso ilícito de datos personales, abuso de autoridad, immoralidad manifiesta... espero que te confesaras bién antes de pasar por la vicaría...

Grandes historias la de ayer y la de hoy!!!

Guillem

Edu dijo...

otro que se fue al extranjero a que le regalaran la carrera y a hinchase a follar, mientras los prinagos nos quedamos aqui a matarnos a pajas y a aprobar en septiembre...

General Fórceps dijo...

Ra, por tus comentarios ayer, creo que no entendiste bien el post.

Anónimo dijo...

Con tanta batallita, veo que su verano se presenta terrible, falto de espectativas y con churumbel a bordo. Se hace viejo.

Firmante por Dios.

General Fórceps dijo...

ni le cuen

Anónimo dijo...

ha empezado la reviscolada, no?

por cierto, entiendo el post como una estrategia para ningunear la historia real que yo epxliqué.

Posi.

Anónimo dijo...

Se reportaron captures diu... Gran post. L'estratègia ho és tot en aquest món caòtic.

Rai

General Fórceps dijo...

Creia que no et passaríes...et deia q pel comment d'ahir sembla q no vas entendre el de jau ai met your mada.

Anónimo dijo...

Em sembla que no. Ja no sé si et vas casar amb la de la piscina, amb la locaza, amb la mare, o què.

Rai

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