martes, 1 de diciembre de 2009

Peaches

Es francamente impresionante la relación que puede llegar a establecerse con un perro. Un perro, un puto perro, un animal peludo que en esencia come y duerme, a ojos de alguien que no tiene interés en ellos.

Para quien tiene el DON de haberlos sabido amar, un perro es mucho más. El agnóstico podrá aducir que el que tiene un perro humaniza al animal de forma enfermiza, y que el attachment emotivo resulta patético. Mientras puedo llegar a entender que desde el desconocimiento los pontificios son especialmente vistosos, un perro es mucho más que un bicho.

El perro, entre muchas otras cualidades que no entraré a enumerar, tiene una que muy pocos humanos logran alcanzar: la generosidad absoluta, la ausencia TOTAL de egoísmo. Un perro, si se establecen con él los vínculos afectivos precisos, lo dará absolutamente todo a cambio de nada. No se parará a ponderar el interés presente o futuro de sus actos como hacemos las personas sino que siempre, automáticamente y sin dilación, nos dará todo su amor y cariño sin esperar absolutamente nada. En ese sentido, la pureza del alma animal deja las nuestras en una sonrojante posición.

Es por ello que yo he amado con locura a todos los perros que he tenido, a cada cual de una forma diferente. El problema mayúsculo que afrontamos con los perros es el de la esperanza de vida, y sólo cuando llega el día en que le llevamos a que le den la inyección, nos damos cuenta realmente de cuán importante era para nosotros. Llevarle a que le maten es, en sí mismo, un acto de amor supremo, pues egoísticamente nos resistimos a dejarle ir, le necesitamos a nuestro lado, pero en un arrojo del alma, dejamos a un lado nuestros intereses en favor de los suyos. Ojalá pudiéramos hacer lo mismo con nuestros amados queridos.

Y cuando se van, el vacío es tremendo, muy parecido al que nos dejaría un humano querido. Lamentablemente mi familia pasó anoche un nuevo trance de esos, y Peaches, una pitbull dorada de espectaculares ojos miel tuvo que irse tras porfía contra el cáncer. Es una pena, pero ha tenido una buena vida, una muy buena vida, desde que mi familia la secuestrara de las garras de un vecino que la tenía estacada a pan y agua en un backyard.

No la veía mucho, pues ella vivía con mis tios en Connecticut, pero cada vez que nos veíamos ella enloquecía. Me quería horrores, y siempre venía a mi regazo. Ella estaba vieja y arrastraba problemas, por ello cada vez cuando me iba, ya con las maletas en la puerta, me acercaba a ella y le decía que si no nos volvíamos a ver que le diera un beso a todos los perros que perdí antes. Pero siempre la volvía a ver, una vez al año al menos. La última vez que la ví, en primavera, le dije lo mismo, pero no me lo creí realmente tras tantas veces de repetir el ritual.

Ahora ya está, ahí arriba, y cuando pienso en ella también pienso en G, en J, y en C, y les veo como en esa escena final de ‘El retorno del Jedi’ en que aparecen todos los Jedis muertos, así en tonos fantasmales y traslúcidos, sentados el uno al lado del otro.

Desde hoy Peaches está también ahí, con sus ojos miel y su morro canoso, panza arriba buscando caricias.

33 comentarios:

HRubesch dijo...

Nunca he tenido perro por eso no puedo compartir los sentimientos que Peaches y otros de su especie despertaron en ti. Lo que sí es cierto es que algunas macotas se convierten en algo más que simples animales de compañía, llegando incluso a llenar esos huecos que ningún human@ podría hacer, de ahí la tristeza que sientes por su desaparición.

Pero venga, anímate y cómprate otro relojphone:

http://www.xataka.com/moviles/phenom-dream-un-telefono-reloj-con-doble-sim

alex dijo...

Grande Fórceps GRANDE.

Me ha recordado el dia que tuvimos que despedirnos de Cora.

Es comprensible que alguien que nunca lo haya vivido no lo entienda, pero es una relación muy especial.

A veces me viene a la cabeza aquel momento y pienso que llegará el dia en el que le toque a Fura, la actual. Es un pensamiento doloroso, ya que a esta la hemos tenido desde que tenía 6 semanas y a la anterior apenas la conocí.

PENELOPE dijo...

Yo lo he empezado a entender viendo la relación de mi hermana con sus perros ( tiene 4).

El año pasado, unas semanas antes de ser mamá, se le murió su perrita más vieja, tenía 18 años y prácticamente habían crecido juntas.

Estuvo con ella abrazada cerca de 4 horas encima de la cama hasta que se le murió en los brazos y de verdad pensé que se le iba a adelantar el parto.

En fin, que a mi no me gustan los bichos y no tendré ninguno jamás.

Mariscal Tro dijo...

Cierto todo lo dicho Fórceps. Además los canes están siempre de buen humor o durmiendo con estados de transición muy breves. O sea que tienen"un buen despertar".
Sólo un fallo deberían tener la longevidad de los loros y las tortugas que sobreviven a sus dueños.Sin hablar de los elefantes domésticos.
Mariscal Tro http://lagotafria.blogspot.com

JoanCG dijo...

Cierto, si señor, y extrapolable al gato, o al menos a según que gato.

Y cierto muy especialmente que quien no tenga interés en las mascotas, porque nunca ha tenido, por ser así de mena o por las dos cosas a la vez, considere patéticas estas reflexiones. Pues bueno.

La vida...

eldeu dijo...

precioso post, capi.

nada más

Ant. dijo...

Este post no parece escrito por Fórceps. No es su estilo.
Por otra parte lo veo una cursilada.

Dicho esto, a mí sí me gustan los bichos y es cierto que les coges cariño, especialmente a los perros, pero una vez has tenido hijos, los cánidos pasan a un segundo plano.
Yo lo veo con el mío. El pobre lo pasa mal. Desde que ha dejado de ser el rey de la casa, sufre de "ansiedad por separación", una enfermedad diagnosticada en veterinaria. Por eso trato de jugar con él al menos unos minutos al día y hacer partícipes de ello a mis hijos.

Supongo que cuando se vaya al otro barrio lo pasaremos todos mal. Pero una vez la palme este, no más animales en casa. Te atan demasiado.

Ant. dijo...

Otrosí.
Quisiera saber si consideráis esto como un regalo machista.
Se lo quiero comprar a mi mujer para Navidades pero temo que me lo tire por la cabeza.

oscarini dijo...

Buen post, Pe.

Anónimo dijo...

Hace años que, solo esporadicamente, te leo, y no recuerdo otro post tan sentido.

Sobre el tema, yo en casa de mis padres siempre hemos tenido perros, por esa razón y el mucho cariño que les coges nunca tendré ninguno.

Saludos,
M.

Jordi dijo...

Acepte mis condolencias, mi General. El hecho de que yo no congenie bien con los animales domésticos -como bien sabe Alex- no quiere decir que no comprenda perfectamente sus sentimientos.

PENELOPE dijo...

Ant, hijo, acompáñalo de algo más personal...porque probablemente si te lo tire, sí

JoanCG dijo...

Ant

Yo creo que no te lo tirará por la cabeza pero siempre cabe la posibilidad de que te pegue una precisa patada en el huevamen.
Eso sí, probablemente también será bien recibido si lo traes a casa un dia cualquiera, sin ningún motivo especial y lo presentas como "descarga de trabajo".
Ah!, era coña...

Diciembre durísimo.

jfre dijo...

Pues que quieren que les diga, a mi estos posts del General en los que demuestra que tambien sabe ponerse tendre, me gustan.
Un grandisimo post, General. Solo el que tiene o ha tenido animales sabe lo mal que se pasa cuando tu compañero te tiene que dejar.....
Mis hijos llevan pidiendome un perro casi un año, pero no quiero, y no por falta de ganas, pero es que viviendo en un piso no lo veo como adecuado para el.
En fin, mis condolencias por la parte que le toca.

Johnny Tastavins dijo...

Sólo quien ha perdido a un animal de compañía puede entender y saborear este post. Yo nunca tuve perro, pero sí gato. Y como alguien dice por ahí arriba, no es lo mismo, pero cuando el gato lo tienes desde que tenía 1 día de existencia, la cosa es mucho más cercana.

Lamentable el día que toca ir al veterinario por última vez, uno de los peores días que recuerdo en la vida. Nunca quise ya volver a tener animales, sólo por no pasar otra vez por ese trago.

Enorme post, Fórceps.

JoanCG dijo...

Era pura mantequilla, faldero y ronroneador con mi mujer y mis hijas, y precavido y cauteloso conmigo.

Aquí mi Oscar, inquisitivo tras su sudoku diario, todavía sin cataratas, artrosis ni tumores.
Un espléndido cabronazo.

http://img38.imageshack.us/img38/8741/ninosudo.jpg

Perdón.

Raimon dijo...

A mí me pasó con un conejo de monte. Lo tuvimos 6 años, le enseñé todo lo que su minúsculo cerebro podía asumir, era huraño cosa mala, no le gustaban especialmente las caricias (sólo que le rascaran la cabeza, eso sí), y sus orines olían que apesataban.

Pero lo quise mucho. Y cuando lo llevé al veterinario a que le pusiera el bolo de pentotal (le había salido un tumor en la mandíbula y ya no podía comer, especialmente piñones, su única y gran pasión en esta vida), lloré.

Los animales son inmensamente cojonudos, pero como bien dice el Marsical, viven demasiado poco.

Larga vida a Fura y a Sue.

Raimon dijo...

Y tenía tus mismos ojos, Joan. Acojonante.

Se nos viene encima una segunda década de siglo durísima. Quizá de las peores que ha tenido que vivir la raza humana.

Ant. dijo...

Tanto es así que dicen que en Diciembre de 2012 nos vamos a tomar por culo. Fíjate.

Todavía nadie ha respondido la pregunta que hacía Sergio Mas imitando a Lara: "A los peces les entra agua en los ojos?".

Anónimo dijo...

General,
no creo que hayas escrito tu el post. Te suponía sin hijos, quizás con perro, pero no tan cursi.

Ant,
¿Has pensado en tus vecinos? El aparato emite menos de 60 dB, pero si son 59 la verdad es que se acordaran de ti y de tu familia. Quizás cuando vuelvas a casa te hayan reventado la puerta y el aparato aparezca espachurrado en cualquier contenedor cercano.

Ant. dijo...

@ Anónimo, el vecino más cercano está a unos 30 metros. No creo yo que le moleste demasiado.

Anónimo dijo...

una semana después de venir a Indiana para medio año diagnosticaron cáncer a mi perro en España. Entre la quimio y tal creo que voy a tener el privilegio de volver a verlo en dos semanas. Lo que sea para alargarle la vida, siempre y cuando sea con un mínimo de calidad.

oscarini dijo...

Vamos por partes:

1) Joan CG, si, soy un perfecto cabronazo, pero no tengo cataratas
2) Estoy de acuerdo en que Ales es un buen animal doméstico
3) No entiendo quien dice querer a los animales, especialmente a los perros y los condena a vivir en un piso de 80m en Barcelona.

Kanirove dijo...

He tenido varios animales y he de reconocer que se les coge un cariño especial. Cuando te dejan se pasa realmente mal.
Destaco un pato que lo tuve desde pequeñito, se hizo enorme, no podía ni andar.

Raimon dijo...

Larga vida también a Oscarini.

JoanCG dijo...

Larga, eso, aunque pasados los 100 se le forme alguna cataratilla, ni que sea como la del Monasterio de Piedra. Para entonces te las sacarán como un servicio más en el Mercadona.

alex dijo...

Eso eso, deseádsela larga porque la última vez que le vi se parecia más a di Stefano que al que adorna su avatar.

PENELOPE dijo...

No os metáis con Susan, niños

Dr. Deferiensia dijo...

Yo una vez le cogí mucho cariño a una mascota, una zorra rubia que sabía muchos trucos y tenía un par de...

Es igual no viene a cuento.

Lamento lo de su bicho.

Aaron Z. dijo...

Lo siento mucho, Fórceps.


Yo he pasado por ese trance ya tres veces. Comparto hasta la última coma de lo que describes.

es curioso, yo también tengo esa 'escena final' donde J, F y P se divieten y esperan

Un abrazo


Y discrepo con Ant, el texto no es en ningún caso una cursilada

free dijo...

Es usted un crack, general. Se le echa de menos en el Yoya.

oscarini dijo...

probando

anónimo del antifaz dijo...

Ánimo, General.

La verdadera historia de la rivalidad Barça-Madrid

Seré conciso. H ay cientos de libros que cuentan esto en 400 páginas. Yo lo he hecho en dos, o sea que las gracias me tendríais que dar, ing...