viernes, 9 de septiembre de 2011

Un despojo humano por mimetismo

Para ir cerrando el tema de la maternidad y tal, justo es destacar que la mujer tiene un tal del que el mascle carece. Sólo por el tema de la logística y tal me veo radicalmente incapaz de criar por mí mismo a una criatura. No ya sólo el tema de los polvos (de ahí estos lodos) sino lo de los pañales, las cremitas, los horarios, los cochecitos, las ropitas y tal; hay que tener un instinto del que carecemos.

Quizá sea por ese sobrenatural instinto maternal heredado tras años y años de transferencia genética y mutación darwiniana que varias mujeres al enmadrarse se vuelven majara. No son capaces de hablar de nada que no concierna al churumbo y sienten una irrefrenable e incontrolable tendencia a contar todo lo que hace su bicho y dar consejos a los demás de manera compulsiva. Todo es opinable, bien sea con dictamen tajantemente desfavorable o al inrevés. El mundo orbita alrededor de sus niños y los credos –no siempre suficientemente sustanciados- a ellos asociados.

Luego es normal que cuando dejan al bicho en la guardería esas madres se pongan a llorar y, perversión añadida, sean incapaces de abandonar el recinto a pesar de ser invitadas a ello por el personal del centro. Yo he sentido adjunteces similares con relojes y raquetas de tenis en el pasado (ahora ya me importa un huevo todo), pero lo de esas madres roza el ridículo.

Y no dudo que en cuanto escolarizan al cabrito entran en un bucle de depre compulsiva al carecer su jornada laboral y vida de sentido alguno en ausencia del marsupial. Yo, desde el desconocimiento, creo que con los niños hay que hacer un poco como con los perros: marcar una distancia, dibujar una línea, y no dejar que pisen nuestro ‘todo’.

Mi niña antes cuando caía no lloraba nunca. Desde que va a la guardería cada vez que cae llora. ¿Por qué? Porqué ahí donde va ve que los demás lloran al caer. ¿Y por qué lloran al caer? Porqué cuando caen su madre se acojona y va rauda a comfortarles. La sobreprotección agudiza la ‘mamitis’ y los convierte en quejicas y débiles.

Esas zorras locas que acuden raudas a abrazar al niño cada vez que se cae de culo están convirtiendo a mi puta hija en un despojo humano por mimetismo. Pondero abandonar la guardería o buscar una dónde sólo acudan criaturas que han sido educadas correctamente y desde el sentido común.

18 comentarios:

DavidG dijo...

bueno eso de que la mujer está más preparada que el hombre te lo admito pero con muchos matices...

si das biberón y tienes dos crios te aseguro yo por mi escroto q la diferencia es mínima

eldeu dijo...

cuando cae anoushka le digo "venga, venga, que no t'has fet res" y deja de llorar. es cojonuda, mi hija. y no va a la guarderia

clara demostración de que tu tesis es váilda y mi hija es la mejó

General Fórceps dijo...

Así es.
Mi mujer lleva un cabreo de narices, y yo por mimetismo también.

Lula dijo...

Delante de mi curro hay un caseto ocupado por rumanos, con jardincillo y todo. Creo que por un módico precio te cuidarían a Forcepcita.

Besos

Ant. dijo...

Todo cierto, cuando el niño cae no sólo no debe llorar sino que además le tenemos que dar un sopapo por torpe, ji ji....

Lo de las mujeres reunidas hablando como gallinas de sus hijos me pone histérico. No lo aguanto.
Y ojo, que eso pasa desde que nacen y sigue ahora (con 6 y 7 años). Ellas dale que te pego con el tema. Como si no supieran hablar de otra cosa.

Anónimo dijo...

Quan ploren per res, el millor es dir-los "vine que et donare motius de veritat x plorar" i fotre'ls un bon reves. Si ets constant, el condicionament es mes fort q el mimetisme.


S'ha dit ja q guardiola s'esta convertint en el coronel kurtz???

Rummi

Anónimo dijo...

vaya una reunión de machos ibéricos hablando sólo de lo que concierne a los churumbos, contando todo lo que hace su bicho y dando consejos a los demás de manera compulsiva.
Cualquiera diría que vuestro mundo orbita alrededor de vuestros niños y los credos -no suficientemente sustanciados- a ellos asociados y que habéis entrado en un bucle de depre por la ausencia de vuestro marsupial.


De todos modos, gran post. Parece escrito por Rai.


Posi.

Jordi dijo...

Yo ya no sé nada a estas alturas de educación infantil: me lo creo todo y no me creo nada. Que si método Estivill, que si método Supernanny, que si "hay que darles amor", que si buen ambiente en casa, que si patatín, que si patatán.

Al final es la persona: si te sale cabrito palmas. Si te sale bien (no preguntes porqué) date con un canto entre los dientes. Todos tienen virtudes y defectos: me conformo con no contribuir a rebajar los primeros y potenciar los segundos.

Lo mismo con los estudios: "si va a un buen colegio será más listo y tendrá mejor trabajo". Y una polla. En la facultad había pájaros que se habían educado en la calle, como quien dice, y porque pencaban sacaban buenas notas. Luego venía el pijo de Pedralbes que había cursado estudios en el colegio Pijoski de Arriba de educación germana y palmaba porque lo único que hacía era pegarse fiestas. Y ahora el segundo va en Cayenne, está enchufado en la empresa del papi y lleva a Pijoski Jr. a ese mismo cole, y el primero es conductor de metro y con suerte. Bah.

Que sean felices y se lo pasen bien. Todo lo demás pamplinas.

Rafadalton dijo...

Hoy no me ha gustado el poust. Cae en los tópicos. Parece escrito por un padre de los años 50 o 60.

Veo que en este tema Jordi Soler es el que más la toca.

Concrepo con él y añado: yo creo es un bulo fácil de tragar lo de que dándoles más cariño y consuelo se vuelven quejicas y débiles. He leído (y comentado con amigos con hijos creciditos) en el sentido contrario, cuanto más refuerzan su autoestima de pequeños, más fuertes y atrevidos son de grandes. Si les dejas llorar (Estivill y tal) al final de puro desespero lo que se vuelven es apáticos, conformistas y pasotas (nada va a cambiar por mucho que luche).

¿Creo en eso? La verdad, pienso como Jordi que mucho depende de cómo sea churumbel y el resto de que no tenga muchos traumas y que los padres sean más o menos equilibrados. Pero estoy seguro de recibir mucho cariño es más bueno que malo.

Darles consuelo o pasar de ellos ya es algo que nos concierne e incluso repercute en nosotros mismos. Si se elige el pasotismo es -no os autoengañeis- no por principios sino por puta vagancia, autojustificada con 'hago bien, así se endurece'.

Edu dijo...

las mujeres son malas por naturaleza, y no se hacen malas a los 15 o a los 20 años de bebes ya van haciendo sus bolos, asi que lloran y consiguen lo que quieren, la mía es contemporánea a la tuya y sabe ya más que la han enseñado, y si la lía viene y te da un besito ajajajajja que malas son...

Jordi dijo...

Justamente ayer hablaba de esto con el padre de una amiga de mi hija: siempre hay una excusa para psicoanalizar al churumbel.

Si es hijo único, "llora porque es un mimado". Si es el pequeño de tres hermanos, "llora porque es el pequeño de la familia". Si es el hermano mayor, "llora porque tiene celos del pequeño"... Oiga, no: llora porque llora y a cascarla. Si el crío te ha salido quejica ¿qué quieres? ¿pegarle una leche CADA VEZ para que calle? Bien, pues entonces tendrás un quejica acojonado y que te odiará de por vida. No todos los sistemas chutan para todos los hijos.

Ítem más: ya estoy hasta las pelotas de la gente que se queja de los niños que hacen escandalera en el restaurante. Sí, mire, los niños hacen el burro porque son niños, qué quiere. Yo a las mías las llevo poco al restaurante precisamente porque no quiero líos, y cuando las llevo usualmente se comportan. Eso sí, basta con que la mayor le quite la servilleta a la pequeña para que se monte un cirio y entonces, por muy buena educación y muchas amenazas que les largues, acojónate que vienen curvas. Sinceramente, prefiero mil veces a un crío que haga el gamberro y que sea sano que uno reprimido que no diga ni mú en toda la comida y que por tanta norma se convierta en un introvertido. La experiencia me ha demostrado que los gamberros de mi clase del colegio ahora son los más felices, precisamente porque de pequeñajos eran unos trastos desinhibidos y siempre estaban con ganas de jarana. Y además, eso no les ha impedido prosperar en la vida.

Otra cosa es que si tienes a dos terroristas en casa lo mejor es no llevarlos a sitios públicos, vale. A mí también me jode que me molesten. Pero los críos son críos, y por mucho que le joda al Monzó o los aguantas o mejor no procreamos y en cincuenta años los restaurantes estarán llenos de viejos silenciosos y con Alzheimer.

Bah, hay tanto topicazo en este tema...

General Fórceps dijo...

Espléndidos comentarios.
Para clarificar, yo no he dicho o intentado decir que cuando la niña se hace daño la dejemos llorar para que se endurezca.

He dicho o intentado decir que en casa jamás nos asustamos cuando caía, con lo que ella utomáticamente no asociaba la caída a dolor o contratiempo, con lo cual no lloraba y se levantaba tan contenta.

Cuando ha visto que para tantos otros existe un causa efecto entre caer y llorar ha empezado a llorar.

Me tengo por excelente persona y mejor padre, y espero que en mi funeral mi hija haga una parrafada tan bonita que ni el de megafonía pueda contener las lágrimas.

Ese es mi objetivo en la vida ahora, que ella haga ese discurso.

Anónimo dijo...

jo pel meu funeral contractare ansar. sera en angles.

rummi

AxL dijo...

La que me viene encima... niña también. Mi señora ya está enloquecida y aun faltan 3 meses bufff...

Raimon dijo...

Gean post i tal.

Jo són netament biologista. La genètica pesa més, malgrat que això frustri a mestres i professors. Difícilment aconseguirem que la larva arribi a més del que ja ha estat determinat per la combinació de bases nitrogenades del seu ADN.

En canvi, sí podem operar en sentit contrari i empitjorar el nostre bestiar amb pautes educacionals equivocades.

Així que compte. Apenes podem fer res de bo per ells però sí emmerdar-los.

Alfi dijo...

Holas.

Hoy, despues de larga conversa por telefon, he llegado a la conclusion de que mi mujer y mi hija no llegaran, ambas, a los 40 y 7 años respectivamente. Antes se habran matado mutumente, no si antes se asesinan mi hija y el enano, que menudo cabron se esta volviendo.

Hoy no hay hemerotecazo de Posi?

PENELOPE dijo...

Lo que pasa con las mujeres cuando tienen niños es lo que se viene a llamar "el síndrome de la empujacarros", ojo que pasa con algunos hombres también.

Dicho síndrome consiste en que: aquella amiga/o con la que habías pasado tardes de estudio, te habías ido de juerga, habías viajado,te habías drogado etc etc, desparece por arte de magia y se convierte en una especie de mutante con un único tema de conversación, que suele llevar lamparones en la camisa ( "ayyy pobrecito, es que el nene me ha potado encima, pero no da asco ehh que es un bebe"...los cojones) y que se vuelve loca cuando empiezan las rebajas en la enano's boutique.

Ah, y si por casualidad, a la criaturita no le caes demasiado bien y empieza a trabajarte los tobillos con sus mini nike...te mira con cara de asombro porque no te haga gracia.

Dr. Deferiensia dijo...

El tema logístico es evolución genética, es como lo de los dedos finos para que se adapten al mango de la escoba.

Del resto no te preocupes, todo caerá por su peso y a los tres días tu hija y tu os reiréis de tu mujer.

La verdadera historia de la rivalidad Barça-Madrid

Seré conciso. H ay cientos de libros que cuentan esto en 400 páginas. Yo lo he hecho en dos, o sea que las gracias me tendríais que dar, ing...